~15~

0 0 0
                                    

Estaba en la casa, jugando y corriendo con Tara, hasta que encontramos a Caleb en el jardín. Estaba plantando nuevas flores y arreglando las rosas de mi madre. Tara corrió con él y tomó un poco de tierra con sus manos mientras sonreía divertida.
- oye, luego debo limpiarte yo
Caleb reía y ella le enseñó la lengua burlona. Se ensució por completo sus manitos y vino riendo hacia donde yo estaba parada.
- mírate, ya puedes quitarle el empleo a tu hermano
Me burlé viendo a Caleb, quien se levantó y se acercó de pronto. Me miró sonriendo tímidamente y con un dedo ensució mi mejilla de tierra.
- ¡Oye!
- tú te lo has buscado
Se burló cargando en brazos a Tara.
- vamos a limpiarte, enana
- deja y la limpio yo
Lo dudó un momento. La pequeña extendió los brazos hacia mí y fue entonces que la cargué.
- vamos peque
Sonrió. La llevé arriba, a mi cuarto, y entrando al baño la senté sobre una silla para comenzar a limpiar sus manos y la tierra que tenía también en su rostro... no puedo explicar lo que sentí al respecto... esta niña es tan bella y tierna, tan simpática y cariñosa conmigo. Siento como si le debiera protección a cada momento, como si fuera mi deber cuidar de ella, me sienta tan completa que... ¡Uff! ¿Qué estoy diciendo ahora? ¿En qué cosas pienso? Ya estoy completamente loca.
- gracias, Jen
- no debes agradecerme nada, linda
Le sonreí y me levanté para enjuagar la toalla que había utilizado.
- Jenna
- ¿Si?
- tú le gustas
- ¿Gustarle, a quién?
- Caleb
Di un pequeño salto de sorpresa. Juro que si hubiera estado bebiendo algo lo hubiera escupido en aquel preciso momento. Alcé la mirada hacia el espejo, viendo mi propia mirada allí. Suspiré. Miré a Tara, tenía esa mirada tan angelical, y le sonreí apenas... quizás es su forma de jugar, ¿O no? Digo, Caleb ha dicho una vez que le gusta inventar historias e inventarse cuentos... eso es muy normal en niños de su edad.
- ven linda, seguro ya está la merienda
Tomé su mano y caminamos fuera de la habitación. Bajamos las escaleras y encontramos a Caleb, quien estaba guardando las herramientas de jardinería justo antes de atender el teléfono. Llevé a Tara a la cocina, Amelia estaba allí y le sirvió una taza de chocolate caliente.
- gracias, Ami
- por nada, linda
Le sonrió y se acercó a mí.
- preparé café para tu padre, tiene una reunión en su despacho
- deja y se lo llevo yo
- ¿Seguro?
Asentí. Tomé la bandeja y caminé hacia el despacho, aunque me detuve en la puerta al escuchar parte de la conversación... tal parece que estaba con aquel hombre que fuimos a ver con mis hermanos.
- será muy buena para el negocio
- si, mi hija tiene mucho conocimiento
- y bastante carácter
- en eso es igual a su madre, no hay duda
No pude evitar sonreír ante aquel comentario... es la primera vez que mi padre la mencionaba en años, y ha sido para decir que soy igual a ella.
- estaré emocionado de tratar con ella en los proyectos siguientes
- señor Parker, me temo que eso...
- ya lo he decidido, de ahora en más ella y mi hijo trabajarán en conjunto, James está más que encantado
- mire... el aceptar esto implicaría que...
- sé lo que implica, señor Collins
- entonces comprenderá si digo que no...
No aguanté más. Entré sin decir nada, al comienzo, hasta que ambos me vieron.
- Amelia ha preparado café y quise traerlo
- umm gracias, querida
- y suerte que has venido, este asunto te concierne a ti
- yo... he oído algo al llegar, lo siento padre
Pero mi padre no dijo nada. El señor Parker se levantó entonces y me observó un instante.
- entonces... ¿Qué dices tú?
- bueno, yo... umm...
- señor Parker
Se levantó mi padre bruscamente.
- yo hablaré con mi hija y... le daremos una respuesta pronto
Sin decir más se despidieron. El señor Parker se retiró, dejándome allí parada mientras que mi padre lo acompañaba y volvía luego. Hizo que me sentara y tomó su taza de café para beber un poco antes de hablar.
- creí que la idea era acabar con su sociedad
- hay socios que es mejor tenerlos cerca, Jennifer, el señor Parker es alguien muy reconocido por su peculiar manera de tratar a sus enemigos
- ¿Qué manera es...?
- no importa... mira... el señor Parker quiere que tú y su hijo trabajen en conjunto, que creen algo juntos para generar ingresos
- ¿Cómo que crear algo juntos?
- él sugirió abrir otro club, con algo diferente que lo destaque de los demás y que sea competencia para los demás
- padre... apoyo el ayudarte en lo que pueda, pero... no me ha gustado el tipo de clubes que frecuentan abrir
- pues... tienes una oportunidad de cambiarlo, entonces
- ¿En verdad?
Me quedé sorprendida. Él jamás habría aceptado que yo no esté de acuerdo en su trabajo, ¿Qué ha cambiado? Digo... bueno... es una oportunidad de hacer algo desde cero y que sea de lo que me guste, ¿No? Mi padre me observó en silencio, ese silencio que indicaba estar de acuerdo y apoyarme en lo que sea que fuera a decidir. Suspiré.
- ¿Qué tanta... libertad tendré?
- toda la que quieras, Jennifer... quizás he comenzado mal mi papel de padre después de que hayas estado tantos años afuera... solo intento remediarlo
- podrías hacerlo no obligarme a trabajar dentro de este negocio familiar
- solo... accede a trabajar con el hijo del señor Parker, ¿Si?
Si, ignoró por completo lo que dije. Suspiré. Acabé por acceder a hacer lo que decía y en cuanto marcó en el teléfono para llamar al señor Parker yo me levanté y sali del despacho. Caminando por el corredor me encontré con Tara, quien me entregó un dibujo y se fue corriendo mientras reía. Cuando miré aquel dibujo no pude evitar sonreír... se había dibujado ella misma, conmigo y Caleb a su lado. Y hablando de él... lo ví salir hacia el jardín, y por algún motivo lo seguí hasta verlo de lejos. No llevaba puesto su overol como siempre, de hecho tenía un jean y una camisa negra que se ajustaba a su cuerpo... ese cuerpo que al parecer estaba bien definido y... ¡Diablos! ¿Qué cosas estoy pensando?

The Queen (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora