Dos horas en una reunión con James Parker, discutiendo sobre que podría ser el proyecto ¡Uff! Es que él es igual que nuestros padres en cuanto a los negocios, está de acuerdo en hacer lo mismo que ellos en un club. Suspiré.
- mira, no haremos lo mismo, ¿De acuerdo? La idea es hacer algo diferente y mejorarlo todo
- ¿Y qué sugieres tú?
- bueno...
Guardé silencio, pensando. No tenía nada en mente, siempre tengo ideas o me surgen en cuestión de segundos, pero ahora que tengo alguien frente a mí a quien tengo que demostrarle algo, no tengo nada ¡Uff! De pronto miré hacia la ventana, como si eso me diera alguna idea, y si funcionó... así lo entendí. No debíamos alejarnos de la idea de los clubes, bastaría con cambiar la temática y demás condiciones internas. Puede ser un club, si, pero uno normal: baile, luces, tragos... incluso puede haber un espacio para eventos, una zona VIP y... ¡Eso es! Le comenté aquellas ideas y, para mi sorpresa, estuvo totalmente de acuerdo en todo.
- me sorprendes
- ¿No creías que fuera capaz?
- no, es que... son ideas muy buenas
- bueno, es momento de innovar, ¿No crees?
Él asintió con la cabeza. Era notable que también estaba cansado de trabajar con su padre en aquellos clubes, con aquellas ideas de siempre y las mismas normas. Quizás no somos tan diferentes después de todo. De pronto el teléfono me hizo darme cuenta de la hora, indicando un mensaje de Gabriel recordándome nuestro planificado día.
- ya me voy entonces, llama si tienes más ideas
- claro, igual tú
Esbozó una pequeña sonrisa. Me levanté tomando mi bolso y pagando mi café salí del bar, escribiéndole a Gabriel para que supiera que estaba en camino.
*****
- tu turno, hermanita
- estoy bien así, sigan ustedes
- ay, pero aburrida, ¿O temes perder acaso?
Eso me hizo verlo seriamente. Gabriel sabía perfectamente cómo despertar mi lado competitivo. Con sus amigos viendo en silencio, me quité el abrigo y me acerqué hacia mi querido hermano, le lancé una de mis típicas miradas amenazantes y dirigí la vista luego donde se encontraban las bolas. Levanté una con ambas manos, aunque a lo primero si que costó por el peso, y caminé hacia la linea para soltar la bola después de hacer que tomara impulso llevándola hacia atrás. Conseguí derribar todos los pinos, dejando a todos sorprendidos, incluso a mi hermano, a quien me acerqué sonriéndole victoriosa con un toque de burla.
- has tenido suerte
- si tú lo dices, mal perdedor
Me burlé mientras regresaba a mi asiento.
Después de unas vueltas más, y de unos tragos en el medio, nos fuimos. Los amigos de Gabriel nos dejaron en la casa y tras bajar del auto lo sostuve un poco para que no cayera al suelo, mientras evitaba reírme al verlo.
- te dije que no bebieras ese trago, bobo
- shhh no seas aburrida, además, yo soy el mayor aquí
- solo por un año, y en este momento yo soy quien está cuidándote
Me burlé. Conseguí abrir la puerta y Gabriel cayó al suelo por estar apoyado sobre ella. Solté una risa fuerte sin darme cuenta, haciendo que Amelia y Francis se acercaran de pronto. Ambos comenzaron a reír.
- yo le dije que no bebiera
- ¿Y creías que te haría caso?
Se burló Francis mientras que levantaba a Gabriel, quien se soltó enseguida y comenzó a caminar (o más bien a tambalearse) hasta las escaleras y las subió prácticamente a gatas después de algunos tropezones.
- iré por un poco de agua
Caminé a la cocina aún con la sonrisa en mi rostro por tanto reír, la cual se esfumó por la sorpresa de ver a Caleb allí... sin camisa y con un pantalón que al parecer utilizaba para dormir ¡Uff! Justo en este momento debía venir hacia aquí.
- oh... yo... lo siento...
- soy quien debe disculparme, no debí venir así, yo... creí que ya no había nadie despierto
No dije nada. Me acerqué lentamente, tímida, hasta quedar frente a él. No podía apartar la mirada de su pecho desnudo y tonificado ¡Santo cielo! ¿Qué está ocurriendo conmigo?
Caleb captó mi atención, de hecho fueron sus ojos, a los que miré fijamente con los míos tras levantar apenas el mentón. Nos quedamos así un momento, perdidos el uno en el otro, en silencio. Fue él quien dió el siguiente paso, al levantar su mano y tímidamente colocarla sobre mi mejilla.
- quisiera...
Murmuró aquella palabra y guardó silencio antes de terminar lo que iba a decir. Me quedé perdida en aquellos ojos que me habían cautivado aquella fiesta cuando me sostuvo tan cerca suyo por primera vez.
- Caleb...
Murmuré su nombre, aunque al hacerlo me di cuenta de que mi respiración comenzaba a agitarse de a poco. Él lo notó. Esbozó una suave sonrisa y acercó su rostro al mío hasta rozar mi nariz con la suya. Cerré mis ojos, dejándome llevar por el momento... y ocurrió, en cuestión de segundos sus labios estaban sobre los míos. Fue un beso tan cálido, tan dulce y tierno que duró un momento... hasta que él mismo se apartó rápidamente, como si estuviera arrepentido de haberlo hecho.
- ¿Ocurre algo?
- lo siento, no debí hacerlo
- Caleb
- olvídalo, ¿Si?
- pero, yo no quiero...
- no quieres malinterpretar las cosas, lo entiendo... nuevamente te pido disculpas
¿Confundir las cosas? No era eso lo que yo quería decir, digo...
Sin decir otra palabra se fue, mientras que yo me quedé allí pensando en lo que había ocurrido, confundida si habíamos hecho algo mal o no. Suspiré. Me apresuré a ir a mi habitación. Me coloqué el pijama y tras sentarme frente al tocador cepille un poco mi cabello antes de acostarme a dormir... ¿Qué se supone que ocurrió? ¿Y si está arrepentido? ¿Por qué me ha besado si se iba a arrepentir luego? ¡Uff! No entiendo a los hombres, la verdad, ¿O será que yo ni siquiera tengo experiencia con esas cosas? ¡Ay maldición! Solté un ligero suspiro y me acosté de una vez, intentando dejar de pensar en aquello.
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The Queen (Mini Serie)
Teen FictionSer la heredera más codiciada no siempre tiene su lado bueno... el tener todo el dinero del mundo no siempre quiere decir ir de compras todos los días y tener todo el lujo que quieres.