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Tyler.
- ¿Alguien ha visto a Jenna?
- no, de hecho, hace horas ha salido
Nuestro padre escuchó aquello último y se apresuró a enfadarse mientras se acercaba dónde me encontraba junto a Francis.
- ¡¿Dónde está?!
- padre, salió hace unas horas
Buscó su teléfono y comenzó a llamarla. En verdad no sé porque tanto alboroto, digo, Jennifer ya es adulta... supongo que puede cuidarse sola, ¿No es así? De pronto Amelia apareció con la pequeña hermana de Caleb, quien corrió al jardín y la dejó allí sola con nosotros, frente a mi padre y su posible enojo. Me apresuré a acercarme a ella mientras que papá estaba todavía distraído intentando llamar a mi hermana.
- Amelia, ¿Has visto a Jenna?
- no, señor, ha salido y aún no...
Antes que terminara lo que iba a decir escuchamos la puerta. Corrimos todos a la entrada, quedando boquiabiertos ante lo que estaba frente a nuestros ojos.
- Jenna...
- tú...
- ¡Vaya!
Su largo y lacio cabello castaño ya no estaba, se lo había cortado y ahora tenía un poco ondulado en las puntas, sin olvidar mencionar las delicadas mechas claras por todos lados. Nadie decía nada, hasta que mi querida hermana habló.
- ¿Y ahora que les ocurre?
Mi padre puso su expresión de seriedad extrema.
- ¿Qué ocurre? Hace horas que no sabemos de ti
- solo he salido y ya, ¿Ahora no puedo salir sin compañía ni avisarle a ustedes todo lo que hago? ¡Uff! Ni que fuera una niña
Sin decir otra palabra pasó junto a nosotros y se fue directamente a su habitación. Francis y yo nos quedamos viéndola desde nuestro lugar, mientras que mi padre regañaba entre dientes, como si estuviera discutiendo con una niña de cuatro años. Amelia subió las escaleras para seguir a Jenna. Mi querido hermano entonces me miró y habló.
- papá debe calmarse un poco
- ni lo digas, todo el tiempo estoy con él por el trabajo y lo único que hace es pensar en maneras de protegerla
- ¡Uff! Jennifer no es una niña
- tú y yo lo sabemos, los chicos lo saben e incluso Amelia... pero papá...
- quizás lo haga por mamá
- ¿Tú crees?
Pero no respondió más nada. Se marchó en cuanto sonó su teléfono.

Jennifer.
- ¿Puedo entrar?
- Amelia, pasa
Me senté frente al tocador, observando mi nuevo cambio de look detenidamente.
- ¿Crees que es demasiado corto?
Amelia se acercó. Me observó con atención y luego de unos segundos sonrió.
- lo importante es que a ti te guste, linda
- yo... quería un cambio en mí
- y te queda precioso, aunque...
Me voltee a verla, un poco confundida.
- creo que sería mejor otro tipo de cambio, ¿No crees?
- ¡Uff! Si me fuera posible, cambiaría demasiadas cosas, créeme
- bien... iré a preparar la cena, ¿Está bien?
- de acuerdo, bajaré en un momento
Asintió y salió de la habitación cerrando la puerta. Me quedé allí en silencio un momento, observando mi armario a la distancia. Suspiré. Me acerqué y comencé a inspeccionar prenda por prenda, guardé muchas cosas en cajas, dejando unas pocas elegidas. Fui a la sección de zapatos e hice exactamente lo mismo. Llamé a uno de los empleados, le expliqué que debía hacer con las cajas y finalmente bajé con los demás en el salón donde Amelia estaba sirviendo la cena con ayuda de Erik y Darío. Me acerqué a ellos. Ayudé con lo que faltaba y nos sentamos a cenar.
- ¡Jen!
- oh, hola Tara, ven y siéntate
La pequeña sonrió. Caleb la iba a detener para llevarla a comer a la cocina junto con él, aunque no lo dejé e hice que ambos se sentaran... después de todo... todos estaban aquí, incluso Amelia cena con nosotros, ¿Por qué ellos no lo harían?
*****
Terminando la cena ayudé a Amelia con la limpieza. Al ver que no estaban mis hermanos merodeando por allí me puse a pensar si había ocurrido algo, digo, siempre están molestando por allí mientras que yo limpiaba junto a Amelia. Decidí no darle importancia. Me dirigí a las escaleras para subir a mi habitación y entonces oí una discusión que venía del despacho de mi padre. Sigilosamente me acerqué y me quedé muy callada detrás de la puerta para ver si escuchaba algo.
- debes decirle
- si, padre, debe saberlo
- ¡No! Hemos hecho lo que ella ha sugerido, es suficiente
- pero ha resultado, la economía va mejorando
- ¿Y qué hay de lo demás? Tyler, tú has visto esas amenazas
- y por eso debe saberlo, ¿Crees que será bueno para ella saber que está pasando cuando tampoco tenga a su padre?
- los tendrá a ustedes, y ella estará a salvo
Pero, ¿Qué demonios dice? ¿Ahora de qué están hablando?
- ya no más secretos a Jenna, por favor
- cuando crea el momento, se lo diré, mientras tanto no voy a exponerla más
- no deberías subestimarla, es muy inteligente
- se acabó, no sé hablará más el asunto, ¿Han entendido? Y ni una palabra a Jennifer
En cuanto escuché silencio y unos pasos viniendo hacia la puerta corrí hacia las escaleras y subí rápido a mi habitación. Di un salto del susto cuando estaba en silencio y escuché llamar a la puerta. Apenas abrí lo ví a Gabriel allí parado, a su lado estaban Erik y Francis, y Darío venía detrás junto a Tyler.
- ¿Todos juntos aquí? Algo debe estar ocurriendo
Entré dándoles la espalda. En cuanto pasaron cerraron la puerta y se pararon uno al lado del otro, como si fuera una especie de reunión laboral.
- ¿Qué está ocurriendo ahora?
- Jenna, nuestro padre no quiere que te digamos, pero sabes que no podemos ocultarte nada a ti
- si, mucho menos cuando es algo así de grande
Los miré, confundida, uno a uno. Me crucé de brazos y puse mi mejor expresión de seriedad... eso siempre los hacía confesar cualquier cosa cuando era niña.
- ¿Por qué tantos secretos?
- Jenna...
Darío intentó hablar, pero Tyler lo detuvo pidiendo que nos dejaran solos para ser él quien me dijera todo. De mala gana, pero obedecieron. Pronto quedé sola con mi hermano mayor. Me senté en la cama y él comenzó a contar todo lo que estaba ocurriendo, dejándome cada vez más sorprendida... y confundida además.

The Queen (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora