El té

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— Ahí tienes el té Muriel, dentro de poco llega Aziraphale y podremos almorzar.

— Gracias Crowley, pero... ¿Por qué no has hecho el almuerzo?

— Aziraphale me aniquila si sabe que usé su cocina, insisto, se cocinar, pero él no confía en mi —metió las manos en los bolsillos del pantalón—. ¿Te gustó el té?

La muchacha le dio un sorbo a la bebida haciendo una mueca luego de tragar. Miró a Crowley, este a ella, ambos hicieron contacto visual por un momento.

— Con razón no te deja usar la cocina, este té sabe a meado —dijo sin querer tomar más.

— ¿Y tú cómo sabes cuál es el sabor del meado?

— Es una expresión —intentó defenderse.

Ambos guardaron silencio mirándose uno al otro, Muriel sin querer beber de la taza y Crowley sin saber por qué ella conocía el sabor de aquél otro líquido.

One Shots Good OmensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora