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Pov:Yuri

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Pov:Yuri.

Llegamos a la mansión Kaulitz,me sente en la silla de la cocina mientras Lydia ponía leche a calentar.

— ¡Ya Bill,no quiero bajar! — escuché gritar a Tom.

— ¡Pero ven!¡Tom por favor! — Bill gritaba desesperado

— ¡Que no! ¡No seas infantil! — subí las escaleras, entrando a la habitación con sigilo.

— No le digas infantil,Tom... — dije,sus ojos me miraron y su cara de frustración cambio a una de dolor y amor.

— Muñeca... — sonreí y corrí a él,me tire en sus brazos quedando encima de su cuerpo.

— Tommy... — bese su mejilla y baje a sus labios sin besarlos.

— ¿Q-que haces aquí...? — su mirada era perdida, sus manos sacaban mi rostro de manera Suave y delicada de su cuello. — ¿E-eres tu,no? — reí un poco al verlo tan confuso, asentí tomando sus mejillas y juntando nuestras frentes.

— si Tom. — Sus ojos se llenaron de agua,su boca se formó una sonrisa y sus manos fueron a mi cintura.

— ¡Ves! ¡Por eso te dije que bajarás! — Dijo Bill cruzado de brazos.

Tom y yo solo nos mirábamos, él tenía una sonrisa al igual que yo,sus manos en mi cintura y mis manos en sus mejillas.

— Te extrañé tanto... — susurro cerrando sus ojos haciendo que sus gotas caigan por sus mejillas.

— Me hiciste falta,Tom... — respondi al igual que él,en un susurro.

Mis pulgares secaron cada gota de lágrimas que caían.

— ¿Y mi gracias? — reí a carcajadas a lo que dijo Bill.

— Que fastidio eres, gemelo. — Bill sonrió ladino mientras alzaba su mentón.

— ¡Billy deja de molestar,ven acá! —

— ¡Voy Lydia! — Tom rió con burla.
Una vez que Bill se fue las manos de Tom agarraron mi trasero para luego presionarlo más contra su regazo.

— ¿en qué estábamos? — Pregunto mirandome y acariciando mis nalgas mientras jugaba con su piercing.

— mmmh ¿En qué me extrañabas? — dije mientras tiraba mi cabeza a un lado, él ladeó con su cabeza y sonrió.

— Ya me acordé.— Beso mis labios con suavidad, recostandose por completo en el colchón;mis piernas estabas al lado de sus muslos,mis manos acariciando su pecho y mi trasero se refregaba en su pantalón.

— ¡Ey! ¡Par de hormonales, levántense! — Me separé de la boca de Tom para estallar en risas.

— Juro que mataré a ese cabellos de trapeador. — golpeé su pecho.

SEXUAL LOVE|Tom.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora