¿IS LOVE? (NUERSYN)

Capitulo especial 01.

—Syn, ¿por qué estás molesto? —pregunta Nuer con una sonrisa y una voz tierna.

Syn cruza las manos y se da la vuelta haciendo un puchero.

—Syn.

Syn voltea y ve a Nuer sacándole la lengua de forma juguetona.

—Nuer —murmura Syn con gesto contrariado.

Nuer encuentra divertida la reacción de Syn y una sonrisa se dibuja en su rostro.

—¿Qué sucede?

—No es nada en realidad.

—¿Entonces?

—Simplemente te demoraste mucho y, estabas hablando con esa chica —dice Syn, revelando involuntariamente sus celos.

—Entiendo, ¿estás celoso? —pregunta Nuer entre risas.

—No, no es eso...

Nuer interrumpe a Syn tomando su mano y llevándolo hacia donde se encontraba la chica

— Me puede dar un café y un... —Nuer hablo dirigiéndose al Braman y miro a Syn mostrando una sonrisa. —Y un jugo para mí novio, por favor

Syn se queda sorprendido al escucharlo, sintiendo cómo sus orejas se tornan rojas.

—¿Él es tu novio? —pregunta la chica, observando a Syn con seriedad.

—Sí, es mi novio —responde Nuer, provocando una reacción de sorpresa en la chica antes de alejarse.

Syn sigue atónito por la acción de Nuer.

—¿Por qué lo hiciste? No era necesario.

—Claro que sí lo era. No quiero que sientas celos, prefiero que esas personas sientan celos.

Syn se siente avergonzado, pero también feliz por las palabras de Nuer, quien lo lleva de las manos a una mesa apartada en el comedor del hotel para estar a solas.

Desde allí, observan las olas del mar y disfrutan de la tranquilidad juntos.

—Syn —llama Nuer levantando su mana acariciando suavemente la barbilla de Syn.

—Eres... Eres tan lindo.

Syn no pudo reprimir su emoción; una sonrisa se dibujó en su rostro y sintió cómo el rubor comenzaba a teñir sus orejas por los nervios.

Por un momento, se quedaron mirándose fijamente, como si el tiempo se detuviera solo para ellos. Cada mirada era un susurro, cada gesto un poema.

Sin embargo, Syn apartó la mirada, no muy seguro haciendo contacto visual, mientras Nuer soltó una risa suave, conmovido por la ternura de su novio.

—Eres tan adorable —susurró Nuer, acariciando suavemente la mejilla de Syn. —Me encanta pasar tiempo contigo, te quiero.

—Yo... yo también te quiero —respondió rápidamente Syn, desviando la mirada y parpadeando nerviosamente.

Syn no sabía qué más decir; los nervios lo estaban dominando y ya no podía articular ninguna palabra más.

—Entonces... ¿te puedo besar? —preguntó Nuer, riéndose ante la expresión de su novio.

—¡Nuer! —protestó Syn. —Eh... yo... Yo ya me tengo que ir.

—Pero aún no hemos comido.

—Necesito tomar un poco de aire —dijo Syn, sintiéndose nervioso, y se levantó rápidamente de su asiento, saliendo corriendo sin poder escuchar lo que Nuer decía al final.