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Sábado en la tarde, precisamente las seis y media. Mis casa estaba hecha patas arriba gracias a que Jimin y yo buscábamos ropa para la primera cita de Alisson, mientras ella solamente se encontraba viendo la televisión.

—¡¿Que haces ahí tirada?!—preguntó Jimin con una toalla en su cabeza— ¡Tienes que arreglarte, vamos!

—Me pondré un vestido—respondió simple aún mirando su teléfono.

—¿Estás loca?—pregunté cerrando un bote de shampoo— Te recuerdo que vas a salir con uno de los Ceos más importantes de todo Seúl. Yo solo digo eso.

—Y yo te recuerdo que te besaste con uno de los jefes mas odiados de la empresa.

—¡Ahg! ¡Que ataque más gratuito!—exclamé cruzando mis brazos.

—Bueno, pero eso fue diferente. Fue en una situación completamente fuera de mi control—me defendí mientras buscaba en el armario en busca de un vestido adecuado para Alisson.

—Mmm-hmm, claro. Y seguro que no te gustó nada—respondió Jimin con una sonrisa burlona.

—Ese no es el punto—dije mirando a ambos— El punto es que tienes que lucir muy bonita para el día de hoy.

—Y es por eso que me pondré algo, simple—contestó sentándose en su cama.

—Podríamos pedir un asesoramiento con Jin—agregó Jimin.

—No, está bien, sé lo que me pondré—respondió entre risas mientras sacaba un pantalón negro y lo dejaba en la cama.

—Lo que digas, cariño—dije llevándome a Jimin de la camisa— ¡Hora de queratina!

—Ay por los clavos de cristo—susurró cerrando la puerta detrás de él.

Después de aplicar la queratina en el cabello de Jimin y dejarlo protestando por el olor, me senté frente a el.

—Que olor más asqueroso—dijo tosiendo.

—Oh, vamos, no es para tanto—respondí con una risa, intentando contener la mía al ver su expresión de molestia.

—Dime que al menos valdrá la pena—se quejó, agitando ligeramente el cabello para intentar dispersar el olor.

—Créeme, tu cabello te lo agradecerá después—le aseguré con una sonrisa mientras masajeaba su cuero cabelludo suavemente.

—Espero que tengas razón—murmuró, cruzándose de brazos y relajándose en la silla.

Después de un rato, Jimin y yo nos encontrábamos en la sala, sumidos en una rutina que parecía sacada de cualquier película cómica. Mientras él se quejaba con su habitual drama, yo me concentraba en planchar su cabello rebeldemente rizado.

—¿Quieres dejar de halarme el cabello?

—¿Entonces cómo quieres que lo planche, genio?—pregunté con la plancha en mis manos.

—Con cuidado, por favor—respondió acomodando su toalla que estaba en sus hombros.

—Llorón—respondí peinando su cabello.

Después de despedirnos de Alisson, quien se había ido con Taehyung para su cita, Jimin me convenció de acompañarlo al centro comercial para buscar algunos muebles para su nueva casa.

Aprovechamos la tarde para pasear por las tiendas y ayudarlo en su búsqueda.

—¿En serio crees que ese sofá encajara en tu sala?—pregunté, mirando una foto en su teléfono y luego comparándola con el modelo en la tienda de muebles.

Wall Seven +18 ||Jeon Jungkook||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora