|40|

128 7 0
                                    

Con cada paso que daba hacia el ascensor, sentía cómo la urgencia y la determinación se apoderaban de mí. Mis pensamientos estaban llenos de ella, de su risa, de sus palabras, de su presencia reconfortante que tanto anhelaba en ese momento.

Al llegar al ascensor, presioné repetidamente el botón del piso veintidós, esperando impaciente a que las puertas se abrieran. Finalmente, con un leve ding, las puertas se deslizaron y entré rápidamente, sintiendo la necesidad de llegar lo más rápido posible a donde ella estuviera.

Cada segundo que pasaba se sentía como una eternidad, y mi corazón latía con fuerza en mi pecho, impulsándome hacia adelante. No podía permitirme perder más tiempo, tenía que encontrarla, tenía que decirle lo que sentía, tenía que hacer las cosas bien esta vez.

Busqué frenéticamente entre las puertas, tratando de encontrar la habitación donde ella se encontraba, sintiendo una mezcla de ansiedad y esperanza.

Finalmente, llegué a la puerta correcta y golpeé con fuerza, esperando que ella estuviera al otro lado, esperando que me diera la oportunidad de hacer las cosas bien esta vez.

No importaba lo que pasara, estaba decidido a luchar por ella, a demostrarle que era sincero en mis sentimientos, a ser el hombre que ella merecía tener a su lado.

Segundos después salió Marianne quien vestía una bata de baño y estaba un poco adormilada.

Sin esperar a que ella dijera algo lo solté.

—Te necesito.

Marianne abrió sus ojos tratando de despertarse.

—¿Necesitas algo?—cuestionó adormilada.

Me adentré rápidamente a su habitación y escuché la puerta cerrarse detrás de ella. Respiré profundo y me di la vuelta tomando sus hombros.

—Yo te arrastré a esta vida de mierda—dije con desespero— Y llevo tantos días en un sin vivir.

Marianne abrió sus ojos tomando mis antebrazos y frunció su seño.

—Jungkook creo que estás borracho y no sabes lo que dices...

—¡Sé perfectamente lo que te estoy diciendo Marianne y estoy consciente!—exclamé ahora apegándola a la pared más cercana— ¡Soy incapaz de quedarme a solas contigo porque sé que ya no quieres saber nada y yo no puedo dejar de pensar en ti y no lo entiendo!

—Jungkook por favor... no te molestes.

—No estoy molesto—la solté bruscamente dándome la vuelta pasando mi mano por mi cabello rápidamente.

—¿Entonces por qué te sonrojas?

—¿Qué?—cuestiono dándome la vuelta con desespero— No lo sé, supongo que es normal cuando uno se molesta. Cuándo te mueres por alguien que no te necesita.

—Tú, ¿qué?—preguntó ahora con un tono de voz audible para ambos, la voz de Marianne se había quebrado.

—¿Por qué crees que he venido hasta aquí?—pregunté ahora acercándome un poco, y mirando sus ojos que estaba cristalizándose.

—Realmente no lo sé.

—Pues si esta semana me hubieses mirado al menos dos segundos, te habrías dado cuenta que no puedo vivir sin ti, que te necesito, que te amo y estoy jodidamente enamorado de ti Marianne.

El peso de mis palabras llenó la habitación, y por un momento, el silencio se hizo eco entre nosotros. Marianne me miraba con sorpresa y conmoción, sus ojos buscando los míos en busca de alguna señal de que esto era real.

Wall Seven +18 ||Jeon Jungkook||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora