Wall Seven +18 ||Jeon Jungkook||

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Después de terminar de cambiarme, observé en el espejo mientras Jungkook salía de mi baño envuelto en una toalla que le ceñía la cintura. Mi corazón dio un vuelco al verlo, y por un momento me quedé sin aliento ante su apariencia despreocupada pero cautivadora.

—Oh, por Dios—susurré para mí misma, incapaz de apartar la mirada de su figura.

Su cabello ligeramente húmedo y despeinado le daba un aire irresistible, y el aroma fresco del jabón que aún lo rodeaba solo aumentaba su atractivo. Observé cómo comenzaba a vestirse mientras hablaba.

—Wow, no sabía que tenías una ducha y una tina. Deberíamos usarla—comentó, con una sonrisa traviesa en los labios.

—Solo la utilizo cuando quiero pensar y leer—respondí, tratando de mantener la compostura ante su presencia seductora.

Intenté desviar mi atención hacia otra cosa, pero era difícil resistirse a la tentación de perderme en sus ojos oscuros y en la sensualidad que desprendía en cada movimiento.

Me di la vuelta comenzando a cepillar mi cabello y ahí fue cuando lo vi acercarse poco a poco a mi por el espejo. Tomó mi cintura y me apegó completamente a él.

—Pues puede que te quiera acompañar a pensar y leer un día de estos—susurró dejando un beso sobre mi cuello.

Reí dándome la vuelta dejando un beso en sus labios.

—Tonto...—susurré.

—Mmh, así te encanto tontita—susurró de vuelta dejando otro beso en mis labios.

Jungkook me miró con una sonrisa traviesa mientras terminaba de arreglarme.

—¿Ya estás lista?—cuestionó, terminando de ajustar su camisa.

Asiento con una sonrisa.

—Si.

Bajamos juntos al estacionamiento, donde nos esperaba el auto de Jungkook. La camioneta que habíamos usado antes ya no estaba allí, la habíamos dejado el vehículo en un lugar estratégico para evitar sospechas.

Jungkook tenía los papeles en mano mientras nos acomodábamos en el auto. Empezamos a avanzar por las calles, y pronto la conversación surgió entre nosotros.

—¿Crees que logramos obtener la información que necesitábamos?—pregunté, mirando de reojo a Jungkook mientras conducía con destreza.

Él asintió, manteniendo su atención en la carretera.

—Sí, creo que sí. Pero aún necesitamos analizar estos documentos con detenimiento para encontrar lo que estamos buscando—respondió, pasando un mano por su cabello despeinado.

Asentí suspirando.

—¿Entonces qué vamos hacer en el aeropuerto?—cuestionó. Él suspira— Creí que ya había acabado todo.

—Ya te lo dije, cielo. Viaje de negocios.

—¿Y como vamos a tener un viaje de negocios a las cuatro y media de la mañana?—cuestioné mirándolo— Eso debería ser ilegal.

—Así son las cosas con Namjoon, amor. A veces hay que hacer un pequeño esfuerzo.

Refunfuñe sintiendo la risa y la mano de Jungkook en mi pierna.

Me froté los ojos tratando de mantenerme despierta, mientras que Jungkook solo conducía. Al llegar al estacionamiento del aeropuerto, nos bajamos rápidamente y comenzamos a caminar.

Pero paramos en seco ya que nos habíamos encontrado a Namjoon vestido de traje con una maleta de mano.

—Hola, ¿como están?