Wall Seven +18 ||Jeon Jungkook||

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Lentamente, sus manos hábiles encontraron el cierre de mi vestido y lo bajaron con destreza.Una sonrisa juguetona bailaba en sus labios mientras me observaba.

Me acomode frente a él sobre el colchón, sintiendo cómo la tensión y la anticipación electrificaban el aire entre nosotros. Jungkook se recostó hacia atrás, apoyando sus codos en la cama, su mirada ardiente fija en mí, desbordando pasión y deseo.

—¿Qué?

—Déjame admirarte—susurró elevando su mentón.

Asentí suavemente, sintiendo un cosquilleo de emoción recorrer mi cuerpo.

—Está bien—respondí en un susurro. Me levanté dando varios pasos atrás, dejando que mi vestido terminara de caer por completo al suelo.

Una vez liberada del vestido, me quedé de pie frente a él, sintiéndome expuesta pero también poderosa bajo su mirada ardiente. Mis manos se deslizaron por mi cuerpo, recorriendo las curvas suavemente mientras lo observaba con intensidad.

Veo que el se levanta quitando su camisa dejando expuesto su abdomen, quita su cinturón dejándolos caer en el suelo y se acerca peligrosamente a mi.

—Amo cuando me miras así—susurró finalmente deshaciéndose de mi brazier, dejándolo en el suelo.

Me acerqué apegando mi pecho desnudo contra el suyo. Bese sus labios a mi gusto, besé su clavícula al igual que su pecho, finalmente llegué a su abdomen llegando a su pantalón.

Rápidamente me deshice de el al igual que sus boxers, dejando su gran miembro expuesto a mi. Sonreí con malicia y me arrodille ante el.

—¿Nena?

Sin dejar que dijera otra palabra más lamí a lo largo de su miembro haciéndolo gruñir. La sensación de su piel bajo mis labios era intoxicante, y el sonido de su gruñido de placer solo aumentaba mi excitación.

Elevé mi cabeza haciendo contacto visual con el y fue una tremenda imagen ver como mordía sus labios y tomaba mi cabello guiándome. Tomé sus caderas moviendo mi cabeza hacia el frente y atrás, moviendome de arriba a abajo sacándole varios suspiros.

—Dios mío, si—susurró entrelazando sus dedos con mi cabello— Sigue así.

Continué dando lo mejor de mi, mientras escuchaba sus cortos gemidos roncos. Y la señal fue dada apretando mi cabello, sentí como se estremeció y comenzaba a correrse dentro de mi boca.

Tragué un poco y luego lo dejé caer en mi pecho, lo limpie con mi mano libre y me levanté. Elevé una de mis cejas y el se mostraba con su respiración entrecortada.

Terminó de sacarse el pantalón rápidamente y me acercó bruscamente a él. Me dió la vuelta e hizo que ambos cayéramos a la cama. Pude sentir su miembro aún erecto rozarse con la tela de mi braga y se sentía tan bien.

Rápidamente metió sus dedos en mi entrepierna haciéndome sacar gemidos y sonrisas arrogantes, y orgullosas de su parte. Yo disfrutaba mientras él de deleitaba a lamer el líquido espeso entre mis senos sin dejar ni una sola gota para luego besarme hasta más no poder.

—Dios mío, no puedes ser más que perfecta—susurró entre besos— Joder, te amo tanto.

Besó mi clavícula, sacó sus dedos y bajó mis bragas de un tirón dejándome completa a su disposición. Intenté quitarme el collar que recién me había regalado, pero el solo me dijo que no.

—Por favor amor—dije abriéndome para él.

—Como ordenes muñeca—el tomó de mis rodillas y abrió aún más mis piernas acomodándose entre ellas.