Wall Seven +18 ||Jeon Jungkook||

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Suspiré mientras me sentaba en aquella cafetería, rodeada de una pila de documentos que mi "nuevo jefe" me había entregado.

Observé a mi alrededor y noté que la cafetería estaba medio vacía. Había algunos estudiantes y trabajadores en las mesas, pero en general el ambiente era tranquilo y silencioso.

Abrí la primera carpeta de documentos y comencé a revisarlos. Había muchas notas y escritos a mano de su parte, y por supuesto, me llevaría toda la tarde, o mejor dicho, todo el fin de semana, revisarlos.

Mientras estaba inmersa en la revisión de los documentos, sentí mi teléfono vibrar y rápidamente lo busqué en mi cartera. Sonreí al ver la pantalla y contesté, colocando mi teléfono frente a mí.

—Hola querida—saludé haciendo un corazón con mis manos.

—Marianne, hola—saludó en un susurro.

—¿Por qué susurras?—pregunté mientras seguía escribiendo en mi computadora.

—¿Todo está en orden, Alisson?

—Es algo difícil de explicar.

—Pues empieza, tengo toda la tarde—mencioné acomodando algunos papeles, escuchando la risa de Alisson.

—Recuerdas lo que te dije acerca de que alguien vendría a buscarme, ¿verdad?

—Ajá—respondí, prestando ahora toda mi atención.

Hice una pausa al ver a Alisson con alguien más dormido en su regazo.

—¡No me digas que...

—Sí —articuló en un tono agudo.

—No grites, lo vas a despertar.

—¿Estás con él?—pregunté acercándome un poco más a la pantalla, a lo que ella asintió.

—Dios mío, no puede ser. Alisson, es tu ex.

—Ya lo sé, pero dijiste que me desestresaría y pues lo hice—respondió haciéndome reír— Y por si lo preguntas, lo hicimos más de dos veces.

—¿Cómo te sientes ahora?

—La verdad es que me siento un poco confundida y adolorida—susurró— Bueno, ya te contaré.

—¿Y qué tal el trabajo?

—Oh, no me lo recuerdes, Jungkook me tiene cansada—mencioné dejándome caer en la silla.

—¿Jungkook? Vaya, no me lo esperaba.

—Para tu suerte, Jungkook convocó un cambio entre nosotras—informé cruzando los brazos— Yo trabajo para Jungkook, mientras que tú trabajas para Yoongi.

—Dios, me has mirado a los ojos.

—A mí el diablo.

—¿No era lo que querías? Aprovecha que lo verás todo el día.

—No pienso hacer nada, Alisson. Es mi jefe.

—¿Y? Más excitante.

—No creo que le interese un poquito en mí, pero me da igual—respondí encogiendo los hombros.

¿O tal vez si?

—¿Por qué no habría de interesarse en ti? Eres inteligente, hermosa y tienes una personalidad increíble—dijo Alisson con una sonrisa— Además, tienes un buen trasero.

—Te quiero—susurré haciéndole un corazón con mis manos.

Hablamos durante un rato más, me contó maravillas y cómo estaba su familia.