Wall Seven +18 ||Jeon Jungkook||

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Observé en silencio mientras todos volvían a entrar al almacén, tratando de aparentar normalidad después de todo lo que había sucedido. Sin embargo, la tensión en el ambiente era palpable, y aunque parecían actuar como si nada hubiera pasado, era evidente que todos estaban afectados por lo que habíamos presenciado ayer.

Mis ojos se posaron en Jin, quien era empujado por Yoongi y Namjoon.

Tomé una calada de mi cigarrillo, sintiendo el humo llenar mis pulmones mientras intentaba concentrarme en el simple acto de fumar. Mi mente estaba inquieta, dando vueltas a lo que había ocurrido y a lo que estaba por venir.

Había pasado toda la noche pensando en ella. Su imagen había estado grabada en mi mente, la expresión de miedo y confusión que había visto en sus ojos cuando la apunté con la pistola.

No podía sacudirme esa imagen de la cabeza, y esa extraña razón me había mantenido despierto gran parte de la noche.

Finalmente, Namjoon se acercó a mí, rompiendo mi ensimismamiento. Lo miré con atención, esperando a ver qué tenía que decir.

—Necesitamos hablar—dijo con seriedad, su voz cargada de urgencia.

Asentí y apagué el cigarrillo.

Seok-Jin estaba visiblemente molesto, sus ojos reflejaban una gran cantidad de rabia y sus manos temblaban ligeramente. Por otro lado, Namjoon estaba tratando de mantener la calma y controlar la situación.

Rápidamente apagó las luces del almacén dejando ver la cámara de seguridad de la oficina de Yoongi. Ahí estaba esa pequeña discutiendo con su mejor amiga sobre la noche de ayer, tan astuta...

Sonreí con amargura al ver que fue fácilmente manipulada al bajar al almacén. Linda, pero idiota, qué malditamente peculiar.

—Interesante—murmuré para mí mismo.

Era difícil no sentir cierta admiración por su astucia, pero a la vez me sorprendía su ingenuidad al involucrarse en algo tan peligroso.

Observé la pantalla por unos momentos más antes de dirigir mi mirada a Namjoon, quien parecía estar pensando en las mismas cosas que yo.

—Ahí se puede ver claramente de que estaban conversando sobre esto, solo que en clave.

—¿Y ahora qué quieres hacer?—preguntó el pelinegro abriendo sus brazos haciendo que Jin se levantara—, ¡¿Dejar que nos acusen de delito a la policía?!

Reí amargamente al ver cómo Namjoon adoptaba una expresión seria y cómo Jin comenzaba a discutir sin cesar. La tensión en el ambiente era palpable, pero la ironía de la situación no dejaba de sorprenderme.

—¡Pues tienes que tranquilizarte porque tengo un maldito plan!

—¡Nos descubrieron y ahí lo puedes ver claramente!—exclamó señalando su computador.

Estaban tan estresado, con dolor de cabeza para escuchar otra maldita discusión de estos dos. Saqué mi pistola y disparé al techo alarmando y callando a todo el mundo.

Todos en la habitación se quedaron en silencio, mirándome con sorpresa después del disparo. Fue suficiente para llamar su atención y detener la discusión.

—¿Van a dejar de discutir joder?—cuestioné dejándola en la mesa— Me tienen harto.

—Creo que necesitamos un enfoque más tranquilo para resolver esto—comenté, mirando a Namjoon y a Jin— Discutir no nos llevará a ninguna parte.

—Las vamos a meter en esto, quieran o no—sentenció Namjoon.

—No...—dijo la voz de Jimin que increíblemente aún no decía nada.