Wall Seven +18 ||Jeon Jungkook||

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—¿Entonces cuándo le dirás?—pregunté abrochándome el cinturón de seguridad mientras encendía el coche.

—Hoy o mañana, no lo sé—respondió Alisson de manera seca, apoyando su brazo en la ventana y dejando caer su cara en su mano— No he dormido nada y el maquillaje no ayuda a disimular las ojeras que traigo.

—Lo sé—contesté mientras arrancaba el coche y saludaba al vigilante con mi mano— Te escuché ir muchas veces al baño y a la cocina.

—Estoy tan cansada de todo, Marianne. Tengo sueño, miedo, ganas de comer y huir.

—Lo sé, yo también lo estoy—respondí tomando su brazo para acariciarlo sin dejar de mirar al frente— Tranquila, todo saldrá bien.

—Eso espero. Realmente espero que sí.

El clima estaba nublado; a leguas se notaba que el día sería nuevamente pesado. Después de veinte minutos, finalmente llegamos y estacionamos en la empresa.

Sin decir nada, nos bajamos del coche y nos dirigimos al ascensor. Presionamos el botón del piso número treinta y, al llegar, nos encaminamos a nuestras respectivas oficinas.

Luego de unas horas y de caminar de aquí para allá, por "obligación" de Yoongi estaba ahora caminando hacia la oficina de Jungkook esperando encontrarme con ella para hacer un trabajo.

Finalmente, llegué a la puerta de la oficina de Jungkook. Respire hondo y toqué suavemente la puerta antes de entrar. Jungkook estaba sentado frente a su escritorio, revisando algunos documentos en su computadora.

—¿Alisson?—pregunté.

—No está.

—¿Sabe dónde está?—pregunté tomando aún el pomo de la puerta con nerviosismo.

—Le pedí un favor—dijo simple elevando sus hombros— Pasa, si quieres.

—Bueno, a lo que venía—me adentre rápidamente hacia el escritorio abriendo una pestaña comenzando a escribir.

Suspiré escribiendo algunas cosas en un papel en blanco que traía en mi mano con un poco de nerviosismo, sentía su mirada encima mío pero no le iba a dar el gusto.

—¿Qué haces?—preguntó detrás de mi provocando que me sobresaltase en mi lugar.

—Unos documentos que Yoongi me envió—murmuré.

—Bien—el pelinegro tomó el bolígrafo de mis manos para comenzar a escribir en la hoja— Puedes dictarme cuándo quieras.

—Bien, pero no te equivoques—respondí cruzando mis piernas para escuchar la risa burlona del pelinegro.

—No te equivoques tú, dicta.

Luego de que terminara de dictarle el me dió su opinión como experto y terminó de ayudarme.

—Entonces... ahora trabajas realmente en esto—dijo a lo qué yo solo asentí escribiendo en la computadora— Cuéntame más.

—¿Que quieres saber?—pregunté volteándolo a ver.

—¿Como lo tomaste?—preguntó con curiosidad refiriéndose a lo de la otra noche—, ¿Te asusté mucho?

—Es algo inexplicable—respondí sincera mientras seguía escribiendo en la computadora.

—Soy todo oídos, Justice.

—Realmente no sé porqué te estoy diciendo esto pero...—suspiré ahora mirándolo— Sé supone que ahora mismo tendría que tenerte miedo pero realmente no lo tengo.

—¿Sabes algo más de mi?—a lo que yo asentí— Interesante.

—Namjoon sé tomó la molestia de informarnos de cada uno de ustedes y bueno, nosotras aceptamos, no nos quedó de otra—Jungkook asintió elevando una de sus cejas y relamió sus labios.