☪┃ᴛʜᴇ sɪɴs ᴏғ ᴛʜᴇ ᴘᴇᴏᴘʟᴇ «𝗝𝗝𝗞»¹

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El viento bramó al anochecer ocultando su llegada al valle

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El viento bramó al anochecer ocultando su llegada al valle.

Corría el año 936 Goryeo o Koryo (en hangul; en hanja; McCune-Reischauer, Koryŏ) fue una dinastía en Corea fundada en 918 por el rey Wang Geon (también conocido como rey Taejo), un general que había servido a un príncipe rebelde de Silla, Gung Ye. Después de expulsar a Gung Ye, Wang Geon unificó posteriormente los Tres Reinos Tardíos en 936. 

Goryeo, la que sucedió a la gran devastación. Valle de Roncal arriba, a mitad de camino de las montañas de la niebla, los árboles flanqueaban las márgenes del arroyo de Cheonggyecheon. Casi todos eran sauces, y sus frondosas ramas formaban un sombrío dosel sobre la corriente. No faltaba mucho para el verano, y el sol se recostaba sin prisa en el cálido horizonte. Aún así, la suave brisa enfrió el sudor en la piel de Jungkook.

Se arrodilló sobre un lecho de junco pisoteado y escrutar las huellas con ojo experto. Estas le indicaban que los ciervos habían pasado por esa pradera hacía apenas media hora, y que pronto se echaron a dormir. El objetivo de Jungkook, una hembra con una pronunciada cojera en la pata izquierda, aún seguía con la manada. Hacía una semana que la había avistado, por eso le sorprendía que el animal hubiera sobrevivido tanto tiempo sin que lo atrapasen los lobos.

El cielo estaba despejado, aunque cada vez más oscuro y el viento no dejaba de agitar las ramas de los sauces. Una nube solitaria, cuyos bordes brillaban bajo la luz rojiza del atardecer, se mecía entre dos cimas, flotando sobre las montañas que le rodeaban. Los arroyuelos bajaban desde las cumbres de las montañas de la niebla, fluyendo por las laderas mientras una inquietante bruma se arrastraba por la parte baja del valle, tan densa que Jungkook casi no se veía los pies.

Tenía diecisiete años, de modo que todavía faltaba un año para que en el pueblo le considerasen un hombre, si bien algunas mujeres ya lo hacían. Unas oscuras cejas enmarcaban sus intensos ojos castaños. Llevaba ropa raída, de trabajo, un cuchillo de monte con mango de hueso en el cinturón, y su arco largo de madera de tejo metido en la funda de piel que lo protegía de la humedad. También llevaba el zurrón a la espalda, pues además de cazador, Jungkook era pastor, pastor de ovejas.

Las ciervas lo habían obligado a internarse en las montañas de la niebla, una agreste cadena montañosa que se extendía de un extremo a otro de Ándor y de donde procedían historias y personas extrañas, por lo general de mal agüero. Por eso precisamente era su territorio de caza favorito, porque muy pocos se atrevían a rastrear presas por aquellos escarpados parajes. No, Jungkook no temía estar allí, conocía cada quebrada y sabía moverse con sigilo, atento a la llegada del lobo y a la súbita aparición del oso o de los fugitivos que se escondían en las montañas. En resumen, había aprendido a cazar sin ser cazado. 

Era el segundo día que acechaba a ese grupo y casi se le había acabado la comida. Si no lograba cobrar su presa, se vería obligado a regresar con las manos vacías. Por desgracia el invierno había sido especialmente duro y su familia necesitaba carne, pues no podían permitirse el lujo de comprarla ni sacrificar las ovejas de las que subsistían. Jungkook se puso de pie y, en silencio, echó a andar por el bosque hacia la cañada donde estaba seguro de que descansarían los ciervos. Los árboles impedían ver el cielo y proyectaban sombras difusas sobre el terreno, pero el muchacho miraba las huellas sólo de vez en cuando ya que conocía su camino.

«𝗕𝗧𝗦» 𝐃𝐈𝐑𝐓𝐘 & 𝐇𝐎𝐓 𝐒𝐇𝐎𝐓'𝐒 (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora