DEREK
Llevaba en está celda al menos dos días, dos días en donde las palabras de la castaña no dejaban de dar vueltas en mi cabeza.
Ella creía que era inocente, y lo era, pero ella lo creía, lo pensaba ¿Por qué eso no lograba salir de mi mente?
No debería ni importarme su comentario.
Pronto un olor a cerezas y lluvia llega a mí, supe que ella estaba aquí de nuevo por lo que agudicé mi oído en seguida.
- Oh vamos Harrison si solo le llevó algo de comer, no un arma para que te maté. - escuche su irritante voz.
- Sabes que no te puedo dejar pasar sin la orden del Sheriff Mía. - dijo el oficial que custodiaba las celdas supongo.
- Bien intente hacerlo por las buenas. - luego oí unos golpes y uno que otro ruido. - Bien así estás mejor, oh no me mires de esa forma Harrison, bien merecido lo tenías.
Luego la puerta se abrió dejando ver a una Mía con una bolsa en manos y una sonrisa en su rostro, antes de que cerrará la puerta alcance a ver a él tal Harrison en el suelo.
- Hola Ojitos. - dijo Mía caminando hasta mí.
- ¿Qué haces aquí? - dije en tono serio mirándola.
Su sonrisa vaciló un momento antes de volverse una sonrisa burlona.
- Visitando a mi abuela, ya sabes lo normal en la comisaría. - dijo con burla antes de poner sus ojos en blanco. - Traerte comida Idiota, llevas dos días aquí y por experiencia sé que no te alimentan o que la comida es un asco. - dijo pasándome la bolsa entre los barrotes la cual recibí ya que el olor a lasaña me llegaba fuertemente.
- ¿Cómo te dejaron pasar? - pregunte aun sabiendo la respuesta.
- Bueno pues golpeé al guardia. - dijo con una sonrisa divertida.
Una pequeña sonrisa creció en mis labios, al darme cuenta la borré inmediatamente.
- No tenías por qué traerme de comer, no soy un mendigo. - le dije haciendo que rodara los ojos.
-Bueno pues con ese aspecto, yo diría que sí. - dijo con burla.
- ¿Qué haces aquí realmente? - Dije volviendo a estar serio.
Su sonrisa desapareció, dejando un rostro totalmente serio, un bufido salió de su boca.
-Bien no se puede bromear contigo aguafiestas - dijo frustrada mientras se sentaba en el suelo con la espalda en la pared frente a la celda. - Yo quería saber algo. - dijo algo dudativa.
Solo la miré esperando que hablará.
- ¿Nos conocíamos de antes? Tú rostro es extrañamente familiar. - su pregunta hizo que me tensará, definitivamente no esperaba esa pregunta.
- No lo creo. - dije luego de unos minutos de meditarlo. - jamás te había visto antes.
Al parecer era la respuesta que esperaba, pero aun así podía oler su decepción.
Nos quedamos en silencio durante minutos, ella parecía analizarme buscando algo que no encontraría obviamente.
Mientras tanto yo saque el pote de la bolsa.
- Ella era tú hermana ¿No es así? - la pregunta que salió de sus labios me dejo quieto durante un segundo, antes de dirigir mi mirada hacia ella quien me veía fijamente. - La chica era tú hermana. - dijo confirmándolo.
- Eso no te interesa. - respondí bruscamente.
Escuché unos pasos dirigirse hacia aquí, supuse que se dieron cuenta de la presencia de la Castaña.
-Lo siento - una sonrisa débil apareció en ella. - lo de tú hermana.
Luego se levantó y sacudió, justo en el momento que entraba el sheriff a la habitación.
- Mía sabes qué no puedes entrar aquí. - regaño el sheriff
- Si ya lo sabía Noah, Harrison me lo recalco antes de dejarme entrar. - Dijo con calma.
El sheriff tomo su cabeza con una mano antes de agarrar a Mía de un brazo.
- Bueno pequeña bandida, vamos te llevaré a casa. - dijo guiándola a la salida.
Una parte de mí no quería que se fuera, pero sabía que era mejor que tenerla cerca.
- Bien, Adiós Hale. -dijo girando su cabeza para mirarme.
- Adiós, McCall. - dije negando con la cabeza.
Una vez ella desapareció de la habitación, agudice mi oído de nuevo.
- ¿De que hablaron? - escuche al sheriff preguntar.
- De nada en particular. - respondió simplemente.
-Mía. - escuche que dijo en tono de reproche.
- ¿En serio quiere saberlo sheriff? - dijo en un tono que parecía sugerente.
Escuché el corazón del sheriff ir un poco más rápido, al parecer se puso incómodo.
-Bien solo deja de golpear a mis oficiales por favor.
La escuche reír.
-No prometo nada.
Y luego se fueron.
Vaya es inteligente aquella Castaña.
ESTÁS LEYENDO
Little Secrets | TEEN WOLF
FanfictionMía McCall es una chica que ama comer, ver películas, dormir y sobre todo a sus amigos y familiares. Suele tener un humor del diablo de vez en cuando, de esos que ameritan golpear algo o alguien. Mía tiene una vida relativamente normal, es decir es...