Mía McCall es una chica que ama comer, ver películas, dormir y sobre todo a sus amigos y familiares.
Suele tener un humor del diablo de vez en cuando, de esos que ameritan golpear algo o alguien.
Mía tiene una vida relativamente normal, es decir es...
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MÍA
Apenas llegamos a la fiesta Jackson decidió abandonarme y cambiarme por la peli-fresa de su novia, dejándome a mi suerte en una fiesta en donde los adolescentes con las hormonas alborotadas parecían salir de todas partes, por suerte para mi apareció Danny como mi salvación.
- ¡Mía te ves bellísima! – exclamo mi querido amigo – no puedo creer que Jackson logrará convencerte de venir con vestido. – dijo feliz.
Solté un gruñido.
-El muy maldito amenazó no ver la película con la cual he insistido estos últimos meses. – le dije entre dientes cruzándome de brazos.
Danny soltó una risa.
-Eso tiene más sentido, ven vamos al patio. – Danny tomo mi mano, tirando de mi hacia el patio trasero.
En el camino pude notar varias miradas tanto de chicos como de algunas chicas eran entre una mezcla de sorpresa y lo que supongo era deseo producto de las hormonas y el alcohol.
Al llegar al patio respiré profundamente ya que ahí no hacia tanto calor a pesar de la cantidad de gente que se encontraba allí, pude ver varias parejas besándose y casi metiéndose la lengua hasta la tráquea, mientras otras bailaban muy pegados, hice una mueca de asco ante esto.
-Ten. – Danny me entrego un vaso rojo, acerque un poco este a mi nariz para oler su contenido, enseguida me llegó el olor de este.
Arrugue la nariz en un gesto disgustado.
- ¿Vodka? – pregunte a lo que Danny solo me miro divertido mientras asentía.
-Vamos Mía diviértete un poco y permítete relajarte, aunque sea por hoy. – dijo.
Lo fulmine con la mirada al darme cuenta que insinuaba que yo era una amargada.
-Bien. – fue todo lo que dije antes de tomar un trago de mi vaso.
El líquido quemo un poco mi garganta al pasar por ella, hice una mueca al terminar de tragarlo.
Danny soltó una carcajada a la que fue imposible no unirme, pronto vi a su novio acercarse y supe que vería una escena empalagosa de su parte por lo que hable antes de que esto pasará.
- ¡Oh Satán por favor no me den diabetes! – rogué.
Ambos solo me miraron divertidos antes de comenzar a hablar sobre algún tema que no llamaba mi atención, de reojo vi como una chica se acercaba, creo que su nombre era Lía o algo así, la verdad no lo sé, solo sé que va en mi clase, es agradable y linda.
Al llegar a mi lado me regalo una sonrisa sincera.
- ¿Quieres bailar? – pregunto por lo que yo quedé sorprendida.
Miré hacia Danny quien se había detenido de hablar para observar lo que acababa de pasar, yo solo lo mire para confirmar que lo que estaba pasando era real, el me miro con un toque de diversión antes de asentir en mi dirección.
