Mía McCall es una chica que ama comer, ver películas, dormir y sobre todo a sus amigos y familiares.
Suele tener un humor del diablo de vez en cuando, de esos que ameritan golpear algo o alguien.
Mía tiene una vida relativamente normal, es decir es...
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Omnisciente
El sonido de la sirena retumba en todo el lugar, volviéndolo un eco, una tortura para la mayoría.
Los oficiales habían llegado rápidamente a la escena ante el llamado del Sheriff.
El sheriff vociferaba ordenes de un lado a otro mientras rezaba que los paramédicos se presentaran pronto en el lugar.
Los policías hacían lo que podían en la escena y de alejar a los mirones que se acercaban.
Pronto el sonido de la ambulancia comenzó a inundar el lugar, los paramédicos bajaron rápidamente de esta, se apresuraron en preparar a la víctima para poder trasladarla hacia el hospital.
Una vez arriba de la ambulancia debieron partir de inmediato; escoltados por la policía, dentro los paramédicos hacían lo que podían intentando estabilizar a la víctima.
Iban a máxima velocidad.
En el hospital un equipo se encontraba preparado para recibir a la paciente junto a una sala.
Cuando la ambulancia llegó los paramédicos bajaron rápidamente la camilla, explicaron la gravedad de sus heridas a los médicos y enfermeras que se encargarían de ella, quienes la trasladaron rápidamente a quirófano puesto que en su costado sangraba demasiado y algún órgano podría estar dañado.
El sheriff se apresuró a la sala de espera, mientras hacía algunas llamadas de aquí para allá, dictando instrucciones a sus oficiales quienes prontamente desaparecieron del lugar.
Aproximadamente unos diez minutos después a la sala de espera comenzó a llegar gente.
Mientras afuera todos estaban preocupados, discutiendo y rezando a todos los santos porque saliera con vida del quirófano aquella persona que tanto aprecio le tenían, dentro del quirófano los médicos hacían lo que podían por salvar la vida de aquella joven.
Unas horas después cuando al fin lograron coser cada herida y asegurarse de que no tuviera ningún órgano perforado.
Un problema mayor se les presento dentro del quirófano, el monitor de la víctima comenzó a soltar un sonido muy conocido para todos.
Estaba entrando en paro cardio-respiratorio, los desfibriladores fueron rápidamente puestos en acción.
El doctor Rogers se encontraba nervioso ante la situación, manteniendo la esperanza de que la joven ante él volviera a respirar.
La reanimación se alargo más de lo esperado pues en la habitación todos se negaban a dejar ir a la joven.
Veinte minutos después se dieron por vencido, nadie sabía cuál había sido la razón por la que había entrado a paro, pues se suponía la joven se encontraba estable.
Al salir del quirófano, cada persona en la habitación se puso de pie esperando que el doctor diera las buenas, pero al ver que este solo negaba con la cabeza el mundo de todos en la habitación cayó.
Scott quien había estado monitoreando los latidos, se negaba a creerlo.
Jackson se sentía impotente, enojado con cada persona de esa habitación, comenzó a discutir prontamente con el doctor, mientras Danny intentaba pararlo.
Stiles lloraba intentando entender que había pasado mientras miraba a Scott.
Un poco más allá el sheriff sostenía a Melissa McCall quien yacía en el suelo llorando desconsoladamente.
Afuera del hospital Derek derramaba unas cuantas lágrimas ante el vacío en su pecho, mientras su sed de venganza hacia el Alfa aumentaba.
Una enfermera dejo un expediente en una mesa del quirófano mientras otra tapaba el cuerpo y abandonaban la habitación.
