Mia
Escuela, que cosa más horrorosa como la escuela, lo que menos quería era venir, pero aun debo de entregar unos trabajos y pues Jackson me saco de la cama con la excusa de que debía verlo hoy en el entrenamiento si o si, cosas de mejores amigos y eso, a cambio prometió llevarme a por una hamburguesa y ya saben, no se puede negar uno contra la comida.
Allison me ha estado ignorando todo el fin de semana, supongo que no quiere saber de mí por el hecho de ser hermana de Scott, eso me deprime un poco porque fui la primera en hablarle y ser su amiga y el que me ignoré duele.
Vi cómo iba con Lydia por el pasillo hablando quien sabe de qué cosa hasta perderlas de vista, pronto Danny apareció frente a mí, lo vi y no pude evitar preguntarme cómo es que Danny puede ser un gran amigo con todos, aunque a la vez agradezco eso.
- Hey ¿Cómo estás? – dijo tomando mi brazo.
- Es complicado, no sé qué sentir realmente. – respondí, sinceramente era la verdad ya no sabía si estaba frustrada, enojada, o simplemente quería llorar, tal vez debería de checar mi calendario. - ¿Crees que me descompuse?
Danny rio, y yo no pude evitar sonreír. Coloco su brazo encima de mis hombros y comenzamos a caminar a los vestuarios, para que Danny pudiera cambiarse.
- No lo creo Mía, simplemente has estado sintiendo tanto que ya no sabes con cual te identificas más. – respondió simplemente. – además debes de considerar que nadie que vea dos cadáveres, sale totalmente cuerdo. – dijo mientras me apretaba contra su costado un poco.
Lo medité durante uno segundos y la verdad es que tenía razón, debería retomar mis sesiones con la consejera escolar.
- Si tienes razón. – fue todo lo que dije antes de sentir un tirón en mi brazo.
Pude ver que era Scott, pude notar que estaba algo raro, le hice una seña a Danny para que continuará sin mí.
- Adelántate, luego te alcanzo Danny. – dije, esta vez asintió y siguió caminando por el pasillo. - ¿Qué sucede? - pregunte esta vez a Scott.
Comenzó a caminar hasta uno de los salones, eso me extraño de todos modos lo seguí, al entrar cerró la puerta, me volteé y lo miré en silencio, comencé a notar que se veía enojado, muy enojado.
- ¿Scott? ¿Qué paso? – pregunte dejando mi bolso sobre la mesa del profesor.
- Es tú culpa lo sabes. – dijo enojado.
Me paralice, mi mente trabajaba a mil por hora intentando encontrar de que me culpaba, pero nada llegaba a ella.
- Scott no entiendo ¿De qué me culpas?
- De todo. – dijo comenzando a acercarse a mí, de forma que me asustaba, comencé a retroceder. – De que Allison terminará conmigo, de que mis padres se separaran, que mi padre se fuera, todo fue tú maldita culpa. – dijo lentamente.
Cada palabra comenzó a calar en mí, tope la pared y entonces el quedo a dos pasos de mí, lo suficientemente cerca como para que pudiera notar aún más su enojo, no, su furia porque Scott estaba furioso.
- Scott, entiendo que estés molesto porque Allison te termino, pero yo no tuve culpa en eso – comencé diciendo – y sobre nuestros padres ellos se separaron por sus propios motivos.
Entonces lo sentí tomarme de los hombros, interrumpiéndome.
- ¡No! ¡Todo fue tú culpa! yo era feliz con mis padres, ¡Hasta que tú apareciste! ¡Por tú culpa Papá empezó a beber! ¡Por tú culpa él se fue de casa! ¡Por tú culpa se separaron! ¡Eres la culpa de todas mis desgracias! – me quedé quieta, solo pude ver como descargaba todo lo que seguramente se había guardado por años.
¿Desde cuándo se sentía así?
- Scott. . . yo
- ¿¡Tú qué!? Tu solo eres una maldita persona a la que nadie quiere. – sus manos apretaban cada vez más mis hombros. – No me sorprende que por eso tus padres te abandonaran, si solo sabes traer desgracias.
Mi vista se nubló, sus palabras calaron en lo más profundo de mi ser "Nadie te quiere" y eso parecía ser verdad, sentí algo atravesar mis hombros, solté un grito por el dolor.
- Scott – comencé a removerme intentando zafarme de su agarre.
Sentí que apretó con más fuerza. – Eres simplemente la recogida de mis padres, no mi familia y nunca cambiaras eso. – dijo soltándome con fuerza.
Me quedé muda, pude ver como salía del salón y yo solo podía pensar en sus palabras "Recogida""Nadie te quiere" me dejé caer por la pared hasta el suelo, no sentía mucho mis hombros, pero si un líquido caer de uno de ellos. Me tomo unos minutos intentando respirar y no soltar ninguna lagrima, hasta que tuve la suficiente fuerza como para pararme, tome mi bolso y salí del salón, ya no me importaba ir a ver la práctica, fui directamente a la salida y de ahí a la parada del autobús.
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Little Secrets | TEEN WOLF
FanfictionMía McCall es una chica que ama comer, ver películas, dormir y sobre todo a sus amigos y familiares. Suele tener un humor del diablo de vez en cuando, de esos que ameritan golpear algo o alguien. Mía tiene una vida relativamente normal, es decir es...