Capítulo 13.

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MÍA

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MÍA

Hoy me encontraba pésimo, desperté con unas náuseas demasiado grandes y a pesar de qué mamá me recomendó quedarme en casa, no lo hice debía presentar un examen y prefería hacerlo hoy que mañana.

Caminaba por el pasillo de la secundaria buscando a Jackson, el rubio de mi amigo tenía mis pastillas para las jaquecas y en estos momentos comenzaba a necesitar una, a esta hora debe de estar en su casillero por lo que me dirigí hacia allá.

Giré el pasillo y lo vi, pero a su lado estaba un pálido Derek ¿Qué rayos hace ese hombre aquí? comencé a acercarme para saber de qué hablaban, al ver lo tenso que Jackson se encontraba.

- Escucha Rudo, aléjate de Mí Princesa. - escuche que decía Jackson en tono amenazante.

Estaban hablando de mi ¿Por qué estaban hablando de mí? y diablos eso dio diabetes por un segundo.

- Jackson. - advertí al ver que se quería casi abalanzar sobre Derek y no sé ustedes, pero ojitos incluso en ese estado lo derrotaría.

- Mía. - suspiró Derek como si sé aliviase de algo.

Cuando me acerqué un poco más Derek intento avanzar hacia mí, por lo que Jackson se puso frente a mi cubriéndome con su cuerpo e impidiéndole el paso a ojitos.

-Ni se te ocurra acercarte a ella. - gruño Jackson.

Yo solo tome a Jackson del brazo al ver que ojitos parecía querer desmayarse. - Jackson déjalo. - le dije al rubio este solo negó para cubrirme aún más con su cuerpo.

- Lo encontraré yo mismo. - dijo Derek para luego rodear a Jackson y detenerse a mi lado.

Supe incluso antes que pasará que Jackson lo detendría y no me equivoqué.

- ¡No! no hemos terminado. - Dijo tomándolo por el brazo, pero tan pronto esas palabras salieron de su boca.

Jackson pronto se encontraba de cara contra el casillero, con Derek sosteniendo su cuello.

- ¡Derek! - grité esta vez tomándolo del brazo para que soltara al rubio.

Este se relajó un poco cuando lo tomé del brazo, soltó a Jackson lentamente y me miro durante unos minutos, su rostro se veía muy pálido y con algunas gotas de sudor en este, además de unas ojeras que adornaban sus verdes ojos.

- ¿Qué te sucede? - pregunté preocupada, del poco tiempo que conozco a Derek él nunca se veía enfermo o de las personas que lo hacen.

- ¿Sabes dónde está Scott? - pregunto despacio casi como si le costará respirar.

Lo analice unos segundos ¿Para qué rayos quería a Scott? - Debe estar en el estacionamiento, sus clases ya acabaron. -respondí cautelosa.

Él solo asintió con la cabeza para luego perderse en el pasillo entre la gente.

Miré por un segundo el lugar por donde se fue para volver la atención hacia el rubio quien se tomaba el cuello con la mano.

- ¿Estás bien? - pregunte preocupada al ver que su mano mostraba sangre.

-Si - asintió con su cabeza. - ¿Tú lo estás? - pregunto mirándome.

- Sí. -contesté. - Déjame ver. - le dije haciendo que se girara un poco y se agachara para que pudiera ver. - Jackson eso no se ve bien. - Dije preocupada al ver las marcas ¿Cómo rayos se las hizo?

-Estaré bien. -dijo volviendo a su postura y analizándome. - Tú no te vez bien. -dijo para luego tocar mi frente. - Mía estás helada. - comento preocupado.

- Si, lo sé por eso llevo tantos abrigos encima. - dije con una mueca por que llevaba al menos unos diez abrigos y no era muy cómodo estar con estos. - Como sea Rubio ¿Tienes mis pastillas? - pregunte, él asintió con la cabeza sin quitar su cara de preocupación. - Bueno pues ahora necesito una. - dije provocando que suspirará.

-De acuerdo, vamos están en el auto. - Dijo tomándome de la mano para tirar de mi hacia el estacionamiento, yo solo me dejé guiar.

- Cuando lleguemos a tú casa te desinfectaré esa herida. - dije pues no quería que le amputarán el cuello.

^^^^

Una vez en el auto de Jackson, busqué mis pastillas en la guantera al encontrarlas lo primero que hice fue llevar una a mi boca, mi Rubio me tendió una botella con agua a lo que agradecí con la cabeza.

- ¿Lista? - pregunto Jackson.

- Si. - respondí una vez tragué la pastilla y me coloqué el cinturón.

-Bien entonces vámonos Princesa. - Dijo comenzando arrancando para luego intentar salir del estacionamiento lo cual no resulto ya que se había generado un taco.

Estuvimos ahí durante unos minutos, yo me acosté en el asiento pues comenzaba a sentirme más cansada de lo que me sentía hace unas horas, solo pude ver como Jackson salía del auto para ver que sucedía, luego de lo que parecieron horas volvió a subir al auto y comenzó a conducir.

- ¿Qué había pasado? - pregunté con curiosidad girando la cabeza hacia Jackson.

-Un idiota se cayó en medio de la calle. - Contestó indiferente.

-Ah. - le resté importancia volviendo a acomodarme.

Cerré los ojos mientras tarareaba alguna canción deseando llegar luego a casa del rubio para lanzarme a la cama, todo mi cuerpo comenzaba a doler y pesar demasiado casi como si mi jaqueca se esparciera por todo mi cuerpo.

Mi mente pronto comenzó a divagar sobre el porqué del estado de Hale, digo se veía como si estuviese con una sobredosis de alguna droga ¿Consumirá drogas? porque cualquiera que lo viera en ese estado podría asegurarlo ¿Por qué buscaba a Scott? será que el cachorro de mi hermano se drogaba, porque de ser así lo asesinaría por no compartirme, igual es poco probable que Scotty consuma, aunque eso explicaría su extraño comportamiento.

Un movimiento hizo que abriera los ojos pestañando varias veces para acostumbrarme a la luz nuevamente, al abrirlos por completo pude ver que ya habíamos llegado a casa de Jackson y esperen un momento ¿Cómo diablos llegué a la habitación del Rubio tan rápido? no recuerdo haber subido ni haber entrado a la casa siquiera.

- ¿Mía? - Llamó Jackson preocupado a un lado de mí.

- Mmh. - intenté sentarme en la cama, pero las manos de Jackson rápidamente me detuvieron logrando acostarme nuevamente intenté resistirme, pero mi cuerpo se sentía muy cansado.

-No te muevas Mía, estás ardiendo en fiebre - dijo regañándome un poco, sin quitar el tono preocupado - Llamé a tu Madre y dijo que con unas compresas frías se te bajará la fiebre, así que intenta no quejarte demasiado. - dijo a la vez que colocaba en mi cabeza una y en mi brazo izquierdo otra.

- Diablos están heladas. - mi voz salió en apenas un susurro.

-Lo sé, pero necesito que te baje la fiebre - la voz de Jackson se empezaba a oír lejana, luego sentí un pequeño toque en mi frente - Duerma un poco su majestad. - fue lo último que oí antes de caer rendida en los brazos de Morfeo.

Little Secrets | TEEN WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora