Mía
Luego de haber pasado casi tres semanas en casa de los Whittemore, decidí que era momento de volver a la mía, así que aquí me encontraba mirando mi casa desde el carro de Jackson quien me acompaño en todos estos días.
- Sabes que puedes quedarte en mi casa, mis padres no dirán nada, después de todo te adoran. – intento convencerme Jackson.
Suspire llevaba todo el camino diciendo lo mismo.
- Jackson no puedo huir de la realidad por siempre, por más que quiera hacerlo, no lo haré. – dije volteando a verlo.
Jackson hizo una mueca sabiendo que tenía razón, más no estaba de acuerdo con esto.
- De acuerdo, solo, llama si necesitas algo ¿Si? – dijo tomando mi mano.
- Lo tendré en cuenta rubio. – dije apretando su mano.
Lo solté luego de unos segundos para bajar del auto, pronto sentí a Jackson a mi lado, nos quedamos en silencio durante algunos minutos.
Me armé de valor, me giré hacia Jackson tomando mi bolso de su mano, si haría esto, lo haría sola, mi rubio amigo quien pareció comprender, me abrazo antes de volver a su auto, haciéndome saber que lo llamará en cualquier momento a él o Dany si no quería estar aquí.
Camine hacia la puerta, consciente de que mi madre tal vez este en casa.
Cuando entré a esta no pude evitar sentirme como una extraña en casa ajena, a pesar de haber crecido aquí, sentía como algo cambio en mis emociones al respecto, sabía que debía de hablar con mi madre o con Melissa ya no estoy segura la verdad, tiene después de todo, derecho a contarme como fueron las cosas.
Un sonido en la cocina llega a mis oídos por lo que a paso lento me dirijo hacia ahí, dejando mi bolso encima del sillón en el proceso.
Melissa se encontraba dándome la espalda, estaba apoyada en la encimera, llevaba la chaleca que le regale en su cumpleaños hace algún tiempo. Me quede en la entrada de la cocina sin saber que decir, solo observando durante algunos minutos.
Pude escuchar como soltaba un suspiro, para luego ver como se daba la vuelta, sus ojos encontrándose con mi figura en el camino, vi como dejo la taza en la encimera.
- Hola mamá. – dije.
Pude ver como sus ojos hinchados se llenaban de lágrimas antes de acercarse a mí para estrecharme en sus brazos, pronto me di cuenta que ambas llorábamos, no pude evitar devolver el abrazo, quedándonos así por largos minutos.
Me separé rompiendo el abrazo.
– Creo que debemos hablar. – dije.
Ella asintió limpiando su rostro.
- Responderé a tus dudas.
Nos dirigimos hacia el sofá, donde nos acomodamos una al lado de la otra.
- ¿Qué quieres saber? – pregunto Melissa.
Mire la mesita frente al sofá, ¿Realmente quería saber?
- Todo, quiero saber todo.
Y entonces Melissa McCall conto como llegue a su vida.
^^^^
Me encontraba en mi cuarto con la carpeta que Melissa dejo en mi cama hace unos instantes, en esta se encontraban los papeles de mi adopción y poca información sobre cuando me encontraron.
No era mucho.
Suspiré, mientras tomaba los papeles sobre el chequeo médico que debieron hacerme luego de encontrarme, me llamo la atención, una parte del papel donde se explicaba las condiciones que tenía:
Rasguños leves en piernas y espalda.
Sangre seca en la zona de manos y parte del rostros
(Animal)Moretones en brazos y zona abdominal.
Se descarta posibles contusiones.
¿Sangre animal? ¿Moretones? ¿Tendría una familia abusiva? ¿Murieron por un animal?
La confusión predominaba en mi sistema y la curiosidad también.
Tal vez podría preguntarle al Sheriff, puede que él me ayude a obtener más información.
Si.
Eso haré.
¿Debería ir ahora? ¿o esperar a mañana?
No, no puedo esperar, si no lo hago hoy no podré hacerlo nunca.
Si, iría ahora.
Decidida mire la hora en mi teléfono, pronto empezaría a oscurecer, pero no me importo al momento de salir, sabia que el sheriff estaba por llegar a su casa o puede que ya esté ahí.
Me puse mis zapatos, lista para resolver algunas dudas.
^^^^
La noche me había pillado en el camino, aún me faltaban alrededor de dos cuadras.
Las calles estaban casi vacías a excepción de algunos autos que pasaban cada diez minutos.
Sentía una presión en el pecho, como si algo fuera a suceder, una mala sensación por lo que apresure el paso, entre más pronto llegará mejor.
Al doblar la esquina de la calle y caminar un poco los focos comenzaron a fallar y no pude evitar asustarme.
Esto parecía película de terror.
Me abracé a mí misma apurando el paso, cuando lo escuché.
Un gruñido.
Frene mi caminar al haberlo escuchado tan cerca.
Escuche atenta y un nuevo gruñido resonó, mi cabeza giro lentamente hacia mi costado donde el bosque se encontraba, mi corazón palpitando rápidamente, mi cabeza comenzando a palpitar.
Trague en seco cuando aviste dos puntos rojos a lo lejos, parecían ser los mismos que vi hace un tiempo, cuando divise que estos se acercaban, mis piernas reaccionaron comenzando a correr lo que más rápido que pude, no me quedaría a averiguar lo que había detrás de esos ojos.
Claramente no logré llegar muy lejos cuando me sentí caer al suelo.
Pronto un grito salió de mis labios.
Tan pronto como sentí algo perforando mi piel en una de mis piernas y luego un segundo grito aún más fuerte salió al sentir lo mismo, pero al costado de mi abdomen.
Pronto sentí dolor y la oscuridad comenzó a llamarme, lo único que logré ver antes de sumergirme fue la silueta de un hombre y escuchar un lejano murmullo.
- Lo lamento pequeña.
Y pronto la oscuridad me tomo en sus brazos y no me soltó.
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Little Secrets | TEEN WOLF
FanficMía McCall es una chica que ama comer, ver películas, dormir y sobre todo a sus amigos y familiares. Suele tener un humor del diablo de vez en cuando, de esos que ameritan golpear algo o alguien. Mía tiene una vida relativamente normal, es decir es...