CAP 39: Familia Swit

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Soundtrack: Iris — Goo Goo Dolls

CAPITULO 39: Familia Swit

JEREMITH SIMPSON:

—¡Mamá, ya llegué!

Cierro la puerta detrás de mi y guardo las llaves en mi bolsillo delantero del pantalón. Entro a la sala esperando verla en el sillón y su abrazo, pero no escucho nada.

—Mamá.

Llamo al pie de la escalera sin recibir respuesta, por lo tanto, camino hasta la cocina y ahí la encuentro en el comedor auxiliar, sentada y concentrada en algún tipo de libro con un semblante pasmado y confundido. Me apoyo en el marco de la puerta y se me escapa una risa por el hecho de que no se inmuta por mi presencia, cosa que la hace alzar la mirada.

—Jeremith —Me acerco y beso su mejilla—. ¿Qué ocurre?

Tomo asiento en la otra silla frente a ella, se aclara la garganta rápidamente como quien no quiere hablar mucho y eso solo me aumenta mi curiosidad.

—No me asustes ¿Qué paso?

Se me desvanece la sonrisa a la vez que estudio bien su rostro, no se si es angustia o extrañez, es igual, solo quiero saber la razón. Mamá entrecierra sus ojos pensando que decir.

—Hijo —Emito un sonido para que continúe—, Martina y tu ¿Qué tanto hablan del pasado?

Su pregunta me dejo sin respuesta, me siento como un niño cuando no presta atención a clase y lo pasan al tablero.

—¿Por qué la pregunta? —No se si debo angustiarme o no, pero considerando que mi mamá parece aun mas trastocada que yo, creo que es la primera.

—No quiero meterme en la vida de la Martina y mucho menos en su relación, solo respóndeme eso.

Observo la mesa un rato pensando bien que decir o a donde quiere llega mi madre con esa pregunta, haciendo hipótesis de lo que sea que este detrás de su actitud misteriosa. Termino encogiéndome de hombros.

—No mucho, se que algo en el pasado la hirió gravemente, no se que fue o cuando, pero paso por algo muy difícil.

—No solo a ella, a toda su familia.

Mis cejas se contraen como un espasmo ante su tono de voz, dándome a entender que ella sabe más que yo. Paseo mi mirada sobre los libros que minutos antes ella estaba viendo, no son libros, son álbumes escolares de los grados que años anteriores lidero mi madre.

Mamá pone uno de esos álbumes frente a mí, dándole así aclaratoria a la situación tan extraña.

Una niña sonriente, con el cabello castaño claro, ojos medianamente grandes, portando el uniforme de la escuela y justo en su mejilla derecha, un hoyuelo. La memoria me trae a la mente la primera imagen que vi de la familia de Martina en internet, donde también estaba una niña tomando la mano de mi novia.

La misma niña de la foto que me enseña mi madre.

—La conoces, ¿verdad?

—Es la hermana de Martina —Parpadeo son sorpresa— ¿Le diste clases a la hermana de Martina?

Mi mamá asiente varias veces cerrando el libro y apilándolo junto con el resto.

¿Es algo malo? O porque la habitación esta inunda de una tensión tan abrumadora.

—Ella era parte del ultimo grupo en el que trabaje como maestra, antes de ser profesora particular. Se llamaba Keira y era realmente buena dibujando —Su tono de voz se apagó—. Jeremith, en cuanto vi a Martina supe al instante que era la hermana mayor de la niña que fue mi estudiante.

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