CAP 10: La pista de patinaje

61 6 5
                                    

Soundtrack: Rauw Alejandro - Todo de ti

CAPITULO 10: La pista de patinaje

JEREMITH SIMSPON:

—¿Alguna vez has patinado? —pregunta montándose a la acera

—Creo que no —contesto—. Recuerdo que antes salíamos a acompañar a mi hermana a patinar, tengo muy presente cuando salíamos los tres en las tardes luego de la escuela a jugar al aire libre ¿Y tú?

—Si, muchas veces —dice sonriendo emocionada—, solo espero que no te caigas mucho —toma mi mano y me dirige en silencio a donde sea que me quiere llevar ¿Cómo que no me caiga mucho?—. Llegamos —dice feliz, se pone atrás mío y pasa su mano por delante señalándome el cartel del lugar.

—¿Pista de patinaje? —leo en voz alta, o más bien pregunto—. Oh, ya entiendo todo

Ella entra ignorando lo que dije y la sigo sin dudarlo.

La música de los 80s no se hace esperar. Los empleados uniformados a la temática del lugar me dan la bienvenida, varias luces de colores alumbran el lugar. Busco entre el gran local a Martina, veo como se acerca con su típica seguridad al mostrador y voy rápidamente hasta ella.

Tras el mostrador, vemos a un chico pelinegro de espaldas acomodando algunos patines en una gran estantería donde hay mas de los mismo.

—¡Hola! —saluda y el muchacho voltea.

—¡Martina! —Dice el sorprendido—. Me alegra verte de nuevo y verte tan feliz —aun con sorpresa, me mira y luego a Martina.

—Gracias, vinimos a divertirnos —contesta acercándome a ella—. Te presento a Jeremith, Jeremith él es Lucas

—Es un placer - digo y estrechamos nuestras manos con amabilidad.

—Igualmente. Me imagino que rentaras dos pares de patines —Martina asiente, saca dinero y se lo pasa

—De los mejores, es la primera vez que patina —me señala con su pulgar.

—Entendido —el chico sale hacia una pequeña sala.

—La música es genial —Martina se mueve un poco al ritmo de la música—. ¿Estás listo para que te enseñe a patinar? —Asiento dudoso, dejamos de conversar y le pongo atención a su rostro relajado por la música— Te divertirás mucho, aquí hice varios de mis mejores momentos y espero que tú también los hagas.

Un golpe hace que gire en mi puesto volviendo la mirada al mostrador.

—Aun guardo tus patines, tenía la esperanza de que volvieras y no fue en vano —miro extrañado a Martina por el tono nostálgico que uso el chico.

—Gracias luca —toma los patines coloridos.

El chico me ofrece otro par de patines y los recibo rápidamente, nos alejamos luego de despedirnos y nos sentamos en una banca al frente de la pista de patinaje.

—¿Cómo me pongo esto? —digo tratando ordenar los cordones, pero termino enredándolos.

—Fácil, primero quítate los zapatos, que dudo que te queden los patines si sigues con tus tenis —dice con burla—. Bien ahora, asegura los cordones hasta que tu comodidad y luego amárralos, no es tan difícil —Ejemplifica con sus patines e imito su acción.

Ella se pone de pie con facilidad. Okey esto se ve fácil. Trato de pararme pero mis pies se resbalan, Martina suelte una gran carajada pero toma mi brazo para darme equilibrio.

—No te rías, es vergonzoso —murmuro con una leve sonrisa tímida.

—Yo te ayudo, solo ten confianza, si te sientes inseguro así se sentirán tus pies —Su suave mano se desliza hasta la mía y la agarra—. Sígueme el paso

Solo Un Café MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora