Solo Un Café Más

CAP 47: Como recién casados

Soudntrack: Twist And Shout (Remastered 2009)

CAPITULO 47: Como recién casados

JEREMITH SIMPSON

—¡Simpson! ¡Simpson! ¡Simpson!

Todos los chicos del equipo corean mientras yo siento la cara hervir y carcajeo. Termino de secarme el pelo con la toalla, me pongo la camisa y por ultimo la chaqueta de mi selección. Gracias a estos años de estar jugando en la selección internacional, he formado una familia con todo el equipo y aun mas cuando me convertí en capitán. Decidir y rendir, de eso se trata. No se puede dar órdenes y liderar sino pones un ejemplo en la cancha..

—¡Nuestro capitán se va a casar!

Los gritos de voces gruesas rebotan por los vestidores. La felicidad envuelve el estadio por varias razones: El partido acabo 2-0 y aparte de la satisfacción que da ganar un juego, será una gran noche para Martina y para mí.

—Jeremith —Todos se callan cuando llega mi representante—, Tu prometida te esta esperando, ya es hora.

Todos sueltan burlas y gritos, yo solo ruedo mis ojos luego de despeinar al ultimo chico que esta cerca de la puerta. Varias personas del equipo de publicidad llegan con cámaras y grabadoras, yo saludo algunas cuantas, hasta que diviso a Martina cerca de la salida subterránea al campo.

—Hola, señorita.

—Buen juego, bart —Beso de manera furtiva sus labios y tomo su mano— Los periodistas ya están listos y el estadio este vacío.

—¿Entonces que estamos esperando?

......

Martina deja de teclear en su laptop cuando entro a la oficina del apartamento que rentamos hace poco, sube su mirada y acomoda sus lentes.

—Una historia de amor verdadero y duradero. De manera innesperada, Jeremith Simpson, jugador profesional de la liga internacional y modelo, junto con Martina Swit, la reconocida empresaria y líder social, acaban de anunciar luego de un partido del deportista, que muy pronto serán marido y mujer.

Yo hago un baile bastante ridículo deslizándome por el pequeño cuarto con ayuda de las calcetas que estoy usando, mientras sostengo la laptop por donde se reproduce el video de la noticia de nuestro compromiso.

—Al pareces tu apellido no es lo único que esta animado hoy, Simpson.

—¿Puedes creerlo? Ahora todo el mundo sabe que nos casaremos —Me apoyo en la puerta observando como escribe algo en su libreta justo cuando se recupero de carcajearse a mandíbula batiente.

—Lo que no puedo creer es que ese chico que casi muere de pánico cuando se filtro nuestro noviazgo, este tan contento de que nuestro matrimonio se sepa.

—Ya cambié, señorita —Peino mi cabello para atrás y voy a la sala a seguir jugando FIFA—. Ahora soy una estrella.

—¿¡Eso quiere decir que ya puedo publicar el montón de edits que te he hecho!?

—¡Que no!

.....

—¿¡Están listos!?

—Bart, no le des con fuerza —Martina señala al montón de chicos que estén frente a mi esperando a que lance el balón, yo le pido que sostenga mi saco y ella lo recibe—. Alguno lo puede recibir con la cara.

—Se que te refieres a Benjamín, pero tranquila —Uno sus labiosa con los míos—. Le pegare suave.

La idea de Martina de tener una tradición como la de lanzar el ramo, pero para los hombres, me gusto bastante desde que me la propuso y claramente tenía que estar relación con el futbol. La fiesta apenas esta empezando luego de la ceremonia matrimonial y todos los invitados están expectantes para que tire el balón.

—¡El que lo reciba será el afortunado!

La cara de terror de todos los chicos me hace burlarme internamente, sin embargo, me concentro en el balón.

—1, 2, 3

Doblo mi rodilla izquierda y con la punta de mi pie hacia abajo, lanzo la esfera hacia el grupo de hombres. Un golpe seco suena al contacto del balón con la cara de Benjamín y un quejido cuando cae de bruces.

—¡Jeremith! —Martina me regaña, sin embargo, no logra contenerse y suelta una risilla. El chico se levanta del piso aun con el balón en las manos y exclama: "Estoy bien"—. Tenemos un ganador.

Mayra se para al lado de Benjamín y enarca una ceja mientras sostiene el ramo que hace poco habia atrapado de manera desganada.

—¡No! —Todos en el salón nos echamos a reír cuando el suelta el balón como si quemara y corre en dirección contraria de la prima de Martina— ¡La primita no!

—¿Te imaginas que queden juntos enserio?

—Pobre Benja

Contestamos ambos al mismo tiempo y la música retro empieza a sonar. Varias parejas se empiezan a acercar a la pista, entre ellas logro distinguir a Elena con su novio y otros compañeros de futbol. Le ofrezco mi mano a Martina y ella sonríe acomodando los guantes blancos a juego con su vestido.

—¿Me permite esta pieza? Esposa mía.

—Con todo el gusto, Esposo mío.

......

—Le debemos el regalo de bodas, pero es que la casa aun no estaba lista —El señor Finn me entrega unas llaves y a su lado, la señora Lylian le da otro a Martina—, pasen, ahora es de ustedes.

Mi esposa me mira con la boca casi en el piso y le doy paso para que ella inserte las llaves en el cerrojo. Cuando nos paramos en la mitad del salón nos giramos en nuestro propio eje viendo la casa totalmente remodelada.

—Este espacio estaba siendo desperdiciado —Mi suegra se acerca a la pared donde están algunas de mis medallas y camisetas de futbol, además de diplomas y fotos de Martina—. Estuvimos trabajando en la remodelación de la casa desde el día en que Jeremith nos dijo que quería pedirte matrimonio.

—Acordamos con tu madre de dejarles la mansión a su disposición, nosotros queremos retirarnos del mundo citadino por unas cortas vacaciones y realizar algunos cambios en nuestra vida —El señor Finn acaricia la cabeza su hija—. Tu madre hizo un excelente trabajo con el diseño y personalización de todos los espacios.

—¡Muchas gracias! —El palmea mi espalda y sonríe yendo con su esposa

—Vayan a conocer su nuevo hogar —Ambos adultos toman asiento en la poltrona de color beige, pero no ocupan ni la mitad del sillón de lo grande que es—, debo decir que mi parte favorita es la cancha.

Con Martina a mi lado, salimos corriendo al patio de la casa. Donde antes habia un prado levemente crecido, ahora hay un pequeño campo de futbol con dos arcos medianos a cada lado y a los lados algunas sillas con sombrilla, mesas y en el fondo, una zona BBQ. Hay un balón de microfútbol en la mitad terreno con un moñito azul, le quito el adorno y de una sola patada lo meto la portería

—¡Mamá! ¡Ahora nunca va a salir del patio!...