CAP 48: Benedict.

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Soundtrack: Hombres G - Marta tiene un marcapasos

CAPITULO 47: Benedict

Cuatro años después

MARTINA SWIT

Estamos solo Emma, Miley y yo. Ambas chicas me miran de arriba abajo, se hablan entre cuchicheos mientras yo cepillo mis dientes por tercera vez en el día.

—¿Quieres que lo diga yo? ¿o piensas decirlo tu?

Ignoro por completo a Miley y bajo las escaleras de la casa con ellas detrás. Falta una hora aproximadamente para que Jeremith vuelva del gimnasio donde entrena junto con el resto de su equipo e irnos a nuestra cita de tercer aniversario como esposos.

La boda de los sueños, o así la llamaron en todos los medios de comunicación que habían tomado la tarea de investigar acerca de nuestro matrimonio, muy a pesar de que dimos una entrevista contando nuestra historia luego de oficializar nuestro compromiso por redes sociales. El tiempo paso volando, tres años de casados, tres años de que mamá y papá nos dejaron la mansión como regalo de bodas y tres años de que nos convirtiéramos en un: "Hasta que la muerte nos separe".

La madre de Jeremith sigue viviendo en la misma casa, aunque en realidad, se la pasa viajando por todo el mundo disfrutando de su retiro en la educación. Mis padres siguen trabajando e impulsando más la empresa familiar (Empresa en la cual también trabajo)

En cuanto a el proyecto en el que trabajo con Alan, ha sido un éxito y las estadísticas lo único que hacen es crecer.

—Martina, no puedes ignorar el elefante en la habitación —Vuelvo a subir hacia la habitación de closet para empezar a arreglarme.

—Si puedo, porque no hay ningún elefante o cualquier otro animal —Busco entre mis vestidos y saco uno de color rojo para enseñárselos a las chicas, pero ambas niegan la prenda de ropa, obligándome a buscar otra—. Estoy bien chicas.

—Si, bien, bien embarazada

Cierro mis ojos con fuerza, no obstante, finjo no escuchar a Miley y saco otro vestido mas claro, a lo que ellas lo aprueban.

—Tienes cara de embarazada

—Dejen de decir eso, Chicas —Mascullo sacando unos tacones que combinan—, me asusta.

—Claro que asusta, pero si es así debes hacer algo al respecto —Volteo frunciendo mis cejas y negando rotundamente—. Amiga, es la tercera vez que vomitas en todo el rato que llevamos aquí.

El tono de voz de Emma se suaviza y el tacto de la mano de Miley en mi hombro me cae como un balde de agua fría, que me hacen reaccionar. Tienen razón. El perfume de Jeremith que tanto amo, de repente empezó a oler desagradable, ahora me da sueño en todas partes y añadiré el pequeño detalle de las náuseas.

—¿Y qué hago? —Me dejo caer sobre el pequeño sillón

—No te angusties, tu mejor amiga es una doctora —Miley se acerca a la puerta y me guiña un ojo—. Yo me encargo, volveré en un rato.

.....

—¿Cuánto dices que hay que esperar?

—Cinco minutos —Miley mira su reloj—, no han pasado ni dos minutos desde que te hiciste las pruebas.

Paso mis manos por mi cabello intentando aflojar el nudo que tengo en el estómago y de controlar el sudor helado que siento en las manos. Emma deja unas caricias reconfortantes en mi espalda.

—¿Y si dan positivas? —Mi voz sale amortiguada por mis manos que permanecen en mi rostro—. Un embarazo.

Tapo mi boca al subir mi mirada a las dos chicas que me observan detenidamente, pensando en que decir.

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