Confianza

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La noche, la oscura y fría noche que abrazaba el mundo con aquella sutileza de frialdad, apartando el sueño propia de esta, el sonido escaso de las cigarras y animales entre la nieve, nieve del invierno que traía consigo fuertes fuertes aires, golpeando las ramas de los arboles y cortando el viento, creando aquella leve sinfonía que no le dejaba dormir entre noches.

Podía poner de excusa al invierno por su insomnio, lo que haria el dia de mañana si ojeras permanecía en sus ojos recién levantada, pero muy en el fondo sabia que no era asi.

El plan de los chicos le carcomía la cabeza desde hace unas horas, sabia muy en el fondo que no se trataba de Eggman, entonces ¿Por que? ¿Tomar la decisión de volver, en medio de la carrera por la esmeraldas? 

Sabia que si Eggman de verdad volvía tan temprano Sticks y toda la isla estarían en gran peligro, pero si Eggman obtenía la mayoría de las esmeraldas todo el mundo estaría en riesgo.

La idea de que podrían dividirse no estaría mal, mientras Sonic y los chicos arruinan los planes de Eggman en la isla, Shadow, ella y Rouge podrían ir buscando el resto de las esmeraldas alrededor del mundo, pensandolo asi no era mala idea, no desconfiaba de los chicos, Shadow era muy fuerte y podria encargarse si la situación se complicaba, y Rouge era muy inteligente, podria encontrar rápidamente las esmeraldas, ella solo iria para cuidar la herida de Shadow y cubrirles las espaldas.

No era mala idea, pero Sonic se habia negado casi al instante diciendo que no habia necesidad. Le molestaba lo desconfiado que podia llegar a ser Sonic en momentos como estos en donde podían evitar una futura catástrofe, pero parecía que era la única que lo veía, haciéndole bufar con fastidio mientras se aferraba mas aun a su frazada. Algunas veces le gustaría que le prestaran un poco de mas atención.

Aunque, algo que la hizo removerse en su cama para rápidamente levantarse, fue al escuchar como alguien trataba de abrir el cierre de su tienda de campaña, a pesar con este frio y la fuerte tormenta de afuera, alcanzo a distinguir una silueta con una lampara en mano, cubierto con una capucha para el frio que ocultaba su rostro de la poca luz, pero eso no evito sacarle una gran sonrisa tras reconocer la única forma de las púas que sobresalían de su suéter.

Rápidamente cerro la puerta a su espalda, mirándola a ella, aparto las telas que apartaban su rostro y dejarlo ver completamente, aquellos ojos rubís y el unico color del fuego en sus vetas fosforescentes.

—Tenemos que hablar.

Fue extrañamente emocionante lo que sintió en su estomago al verlo, a pesar de notar el sereno rostro del contrario y de ante mano sabiendo el porque de lo que hablarían, no pudo evitar sonrojarse y palmear un costado de su cama para que se sentara. Algo que, dio por reflejo que el contrario caminara lentamente y estando frente a ella, agacharse con igual lentitud para sentarse a su lado, justo donde ella habia palmeado.

Sus mejillas rápidamente se tornaron de un rojo brillante, notando así la concentrada e incluso curiosa, con aquel hilo de duda en su boca entre abierta como si quisiera preguntarle algo ¡Se veía tan adorable!

—¿Estas bien?

—¡Si!— Respondió de grito,  levantando sus hombros y rostro, casi como un susto hecha al igual que un tomate, característica nerviosa que lograba sacarle una leve sonrisa a Shadow. Por mucho que quisiera estar con ella para pasar un buen rato en plena madrugada, el tema del que quería hablar era un tanto serio, unas inquietudes que no le permitían dormir y mismas que no le contaría a nadie mas.

—Amy, yo...

—¿Ta-también te parecio extraño el comportamiento de los chicos? ¿Verdad? Lo note por como fruncías las cejas desde el momento en que dijeron que volveríamos a la isla, tambien me parecio muy extraño.

Una bella eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora