Fortaleza

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Hace un tiempo volvió al hotel. Tenia mucho en su cabeza pero, en cuanto llego a la habitación en donde descansaba Amy, acostó su cabeza en el borde de la cama y tumbo su cuerpo en el suelo. Estaba cansado pero no podia dormir del todo.

Amy parecía tan tranquila durmiendo, podia ver sus delgadas pestañas sobre sus ojos y sus suaves labios entreabiertos, la piel pálida ahora brillante de sus mejillas. Ella parecía paz que reconfortaba su helado cuerpo, haciéndole saber que su mínimo esfuerzo habia valido la pena.

La mantendría segura, nada podria lastimarla ahora que estaba con el, ahora que estaban juntos.

Restregó su cabeza contra la cobija de solo pensar eso. No le molestaba estar tan enamorado de ella pero, Chaos, sus pensamientos eran tan raros en el que le daba vergüenza, pensar en todo lo que haría por ella. Era extraño, como su corazón se desbocaba siempre que estaba con ella, ese sentimiento que no le dejaba dormir durante la noche con tan solo verla. Era lo mas hermoso que tenia, podia verla atentamente durante horas como lo mas interesante del mundo, hablando tan emocionada de algo que el no tenia idea, de su vida, sus sueños, la forma tan brillante de como hacia las cosas, y esa sonrisa, esa que no importaba cuando, que siempre estaba con ella, esa que lo hechizo, esa que desde el primer dia que estuvo vivo le atrajo contra su voluntad y le dijo: ''Jamas podrás separarte de mi''

Amy, Amy, Amy. Aparto su rostro para verla, cubierto de un rojo en sus mejillas y sus ojos todos acuosos y brillantes.

Prometía sacarla de esto, le prometía que no importara que hiciera, volvería a ver su sonrisa en su rostro, esa misma que lo enamoro.

Con la luz de la mañana. Sus ojos esmeraldas se abrieron tras un gran rato, levantando así también su cuerpo para estirar sus brazos y soltar un gran bostezo. Ayer su cuerpo con todo lo que habia sucedido necesitaba un respiro, ahora ya no le dolía tanto la garganta como ayer y ya se sentia mucho mas descansada.

Al despertar completamente, busco con la mirada algún rastro de Shadow, parecía que no estaba y como el cielo estaba completamente nublado no sabia ni que hora era. Seguro habia dormido hasta tarde y Shadow decidió irse en lo que ella despertaba.

Soltó un pesado suspiro antes de darse la vuelta para tomar su comunicador. Conocia a Shadow y no le molestaba, con todo lo que habia sucedido debe de estar buscando alguna forma de volver a la isla o en el hospital recibiendo las noticias del estado de Rouge.

A penas pudo ver de reojo la hora en la pantalla antes de que la puerta de la habitación se abriera, dejando ver a Shadow cargando con un plato de sopa y una taza de cafe.

Aquello no hizo mas que hacerla sonreir.

—Buenos dias Shadow ¿Eso es para mi?

Noto al instante como se sobresaltaba al verla despierta, y como en un segundo sus mejillas se tornaban levemente rojas antes de caminar y dejar el plato de sopa sobre la mesita de noche.

—No tenias que haberte molestado. Yo puedo levantarme sola para hacer el desayuno— Aunque mentiría si dijera que no le hacia muy feliz que Shadow se haya preocupado por ella y le haya cocinado.

—Todavía suenas enferma de la garganta, come para que puedas tomarte tus medicinas— Shadow era tan tierno con ella.

—¿Y tu?— Pregunto al ver como se sentaba al borde de la cama solo con su café —¿No vas a desayunar?

—No tengo hambre en realidad.

—¿Como no vas a tener hambre? Ayer estuviste despierto desde temprano y no comiste nada en todo el dia, te vas a sentir mal si te sobre exiges así.

Una bella eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora