Cálido sentir

84 10 0
                                    

Cuando el tiempo trascurría demasiado rapido para describirlo, de alguna manera, tan improcedente para que ella no se diera cuenta, cuando sus ojos cayeron rendidos aquella noche estrellada y fría, para que en la misma mañana, tal para cual, solo haber despertado, y saludar a los leves rayos del sol que atravesaban las nubes, a los propios pájaros de aquel lugar y a toda la vida que le daba la bienvenida en ese nuevo oro.

Su mañana no fue ajetreada, de forma en que a tan solo despertar, se abrigaron y nuevamente partieron al cielo, en donde al pasar unas horas tendrían que buscar una de las Chaos Esmerald en una isla apartada.

Así que si, disfrutando un poco del friolento viento, estando al borde de una de las alas del avión, podia permitirse un poco mas calida, con un largo y abrigado suéter rojo, disfrutar con mas claridad el basto cielo brumoso de grandes nubes, junto a Shadow, en un unico silencio que ambos disfrutaban.

Pero, no podia evitar, como aquella vez, con un ligero tinte carmín en sus mejillas, ver con alegría el gustoso rostro de el, disfrutando el viento correr por su rostro y sus púas, agitandolas sin piadeza al compas de su nuevo suéter negro.

Un instantáneo nudo en su garganta entumecía su cuerpo, negándole en cualquier momento apartar su mirada, aunque no lo haría, no al menos hasta que se diera cuenta. Al menos hasta allí, acercando lentamente su mano para casi rozar la suya, tomarse de las manos y disfrutar aquel momento, juntos. Pero todo a su tiempo, y se permitió mirarlo, un poco mas cerca.

No estaba segura de que le gustase a Shadow, pero, Chaos, tenerlo allí tan cerca y no poder abrazarlo, no poder tenerlo, no poder sentirse aun mas amada y especial, por el.

Aunque no lo forzaría. Haría lo que fuera porqué le llamara suya: pelear con mil enemigos, con un ser del espacio, con un ser aberrante del mar, o hacer la cosa mas vergonzosa del mundo. Haría lo que fuera para que sus ojos solo la miraran a ella.

—Es muy hermoso ¿No lo crees?

—Mucho...—Pero al instante se arrepintió, apartando de golpe su rostro y sus manos de allí —Quiero decir, el cielo, es muy bonito ¡Incluso en los días nublados! Es, casi mágico ¿No? El cielo.

El contrario solo rio, muy por lo bajo, sin permitirse abrir sus ojos o moverse tan solo un poco.

—Tienes razón. El cielo así, puede parecer que es mágico.

La voz de Shadow, si le llegasen a prestar la suficiente atención, podia ser melódica y suave, como la leve tonada de un piano en la noche, fría pero, atrayendo un sentimiento tan grato en si, producto de que su corazón latiera por encima de su pecho, lo suficiente para arrebatarle el aire.

— ¿Amy?

—¿Si, Shadow?— Pregunto de inmediato, viendo como el contrario apartaba su rostro para verla directamente, sus ojos hechos un bochorno y su rostro de un rojizo peculiar, mismo que por inercia, llenaba de un sentir en su rostro, capaz de arrancarle una sonrisa.

—...Olvidalo— Y así apartar su rostro —Era...Una tonta pregunta.

Habría sido capaz de preguntar cual era esta pero, el avion comenzo a descender de la nada, producto de haber llegado ya en donde la esmeralda.

El avión aterrizo sin compromiso tras atravesar las nubes y llegar a una basta planicie, una que al final era rodeada por grandes pinos, pero el suficiente espacio para que ellos pudieran aterrizar sin mucho problema.

Una vez detenidos, Shadow no dudo en levantarse y en extenderle una mano para ayudarla, a sabiendas que podia hacerlo sola, nunca aparto aquella diminuta pero dulce sonrisa para cual pricipe estar para ella.

Una bella eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora