MI GUARDAESPALDAS || FREENBECKY (G!P)

24. Taehyung

BECKY

Ver a Freen besarse con ese tipo removió todo dentro de mí. Ellos se separaron y me miraron; ese idiota tenía una expresión de sorpresa, mientras Freen parecía imperturbable.

:- ¡Guau, qué gran escena!- dije sarcásticamente mientras aplaudía.

:- ¿Qué haces aquí, Becky?- preguntó Freen.

:- Sabes, Fini, yo también hacía eso cuando era adolescente. Cuando veía entrar a la chica que me gustaba a un lugar, le daba celos con otra- comenté, mientras el tipo vestido de agente me miraba.

:- Yo tengo que irme a trabajar, permiso- dijo él, saliendo de la cocina.

:- ¿Por qué no me dejas en paz?- dijo Freen, cruzándose de brazos.

:- Porque necesito hablar contigo, Fini. Quiero explicarte qué fue lo que pasó- dije acercándome, pero ella se alejó.

:- Será mejor que te largues por donde viniste, porque yo no quiero escucharte- respondió.

:- Espero que no vuelva a besarte con ese payaso, y menos en mi presencia- dije frunciendo el ceño.

:- Tú te acostaste con tu secretaria y nadie te dijo nada- replicó Freen.

:- ¡Que no me acosté con ella, Freen! ¿Cuántas veces te lo voy a tener que repetir?- respondí exasperada.

:- Becky tengo que trabajar con mi nuevo amigo así que adiós- ella dijo alejándose.

Volví a la empresa para tratar de distraer mi mente. ¿Por qué diablos no me da la oportunidad de explicarme? Estaba en mi oficina revisando unos papeles por horas, cuando miré por la ventana y me di cuenta de que ya estaba de noche. Solté un fuerte suspiro y salí de mi oficina, escuchando la voz de Kim que hacía eco en el pasillo.

¿Todavía sigue aquí?

Me acerqué lentamente para poder escuchar mejor.

:- Quería decirle que ahora sí voy a necesitar la gerencia que me prometió- dijo Kim desde el teléfono, hablando con alguien.

:- Señor Armstrong, también quería decirle que si quiere yo puedo seguir cerquita de Becky. Digo, aparte del dinero que me dio, ella es muy linda. Me encantaron sus besos- añadió, con un tono coqueto.

No lo puedo creer.

Mierda.

:- ¡No puedo creer lo que me hiciste!- dije, entrando a la recepción mientras Kim me miraba con los ojos abiertos, colgando el teléfono apresuradamente.

:- Perdón, lo siento mucho, señorita Armstrong. Es que su papá fue muy generoso conmigo y yo me la paso todo el día aquí en esta oficina. Yo solo quería ascender- explicó nerviosa, sus palabras atropelladas y llenas de justificaciones vacías.

:- ¿Y me viste la cara de idiota, verdad? Tú y el hipócrita de mi padre- dije, con mi voz llena de enojo.

:- No, la verdad, usted me gusta mucho y yo...

:- ¡Ya deja de mentir, maldita sea!- le grité, golpeando la mesa con fuerza, mientras ella me miraba nerviosa, retrocediendo un paso.

:- De ti me podría esperar todo porque solo eres una pobre secretaria regalada, pero de mi padre, no lo puedo creer- dije, mirándola con una mezcla de furia y desdén, mientras ella permanecía en silencio, temblando ligeramente.