MI GUARDAESPALDAS || FREENBECKY (G!P)

28. Danny

FREEN

Caminé hasta la mesa, tomé mi celular y me coloqué los audífonos. Luego me recosté nuevamente en el sofá, cerrando los ojos con una sonrisa.

De repente, una figura desconocida abrió la puerta del apartamento lentamente y la cerró con cuidado. La persona se acercó a paso lento, observándome mientras yo seguía con los ojos cerrados, moviendo la cabeza al ritmo de la música. De pronto, se acercó más y, rápidamente, puso sus manos sobre mi boca. Abrí los ojos, sorprendida.

:- Tranquila - dijo la persona, quitando lentamente las manos de mi boca.

:- ¿Jefe? ¿Qué está haciendo aquí? ¡Casi me mata del susto! - dije, poniendo mi mano en el pecho.

:- Lo siento, estoy aquí porque no quiero que te maten - respondió él, mirándome seriamente.

:- ¿De qué habla? - pregunté, confundida.

:- Ahora te explico, pero ¿puedes encender las luces-pidió, observando que todo estaba oscuro y solo estábamos iluminados por la luz de la luna.

Asentí y me levanté para encender las luces del apartamento.

:- Siéntese, por favor - dije, señalando el sillón. Él se sentó.

:- ¿Quiere algo de tomar? - pregunté.

:- Un poco de agua está bien - contestó él. Busqué un vaso con agua y se lo entregué, sentándome a su lado.

:- ¿Por qué dice que estoy en peligro? - pregunté, preocupada.

:- Es sobre el caso Taylor, ¿lo recuerdas? - preguntó él, y asentí.

:- Sí, lo recuerdo-

:- El hombre que quería asesinar a su mujer y tú lo mandaste a la cárcel-

:- Gusano...- murmuré

:- Bueno, ese gusano salió de la cárcel. Con contactos e influencias, ya se vengó de su esposa; tuvo un misterioso accidente la semana pasada. Y de ti también se quiere vengar-

:- Entiendo. Gracias, gracias por preocuparse por mí. Se lo agradezco- dije

:- Eres mi mejor guardaespaldas, Sarocha - dijo él, acercando sus rostros - No te llamé porque tu teléfono está intervenido, tampoco toqué el timbre porque escuché pasos - susurró.

En ese momento, escuchamos el sonido de la puerta y ambos nos espantamos, alertas, tomando nuestras armas. La puerta se abrió y apuntamos directamente al mismo tiempo.

:- ¿Qué diablos? - dijo Becky sorprendida, levantando las manos - ¿Qué pasa, Freen? Soy yo, ¿y quién es este tipo? - preguntó, frunciendo el ceño mientras miraba al jefe.

:- Baje el arma, Jefe. No se preocupe, es mi novia - dije, y él asintió.

:- Freen, ¿me puedes explicar qué pasa? - preguntó Becky.

:- Ven, amor - dije, tomándola de la mano y llevándola hasta el sofá, sentándonos juntas.

:- Me llamo Danny, soy el dueño de la agencia de guardaespaldas donde trabaja Sarocha - se presentó él, extendiendo la mano a Becky. Ella la tomó sin quitarle la mirada de encima.

:- Becky Rebecca Armstrong - dijo Becky, y él asintió.

:- Estoy aquí porque tenía que informarle a Sarocha que está en peligro. Un matón salió de la cárcel y quiere vengarse de ella - dijo Danny. Su teléfono comenzó a sonar y se disculpó, alejándose un poco de nosotras.

:- Amor, entiendo que estés en peligro, pero no me gusta este tipo - dijo Becky.

:- Bec, es mi jefe. Está preocupado por mí - dije.