MI GUARDAESPALDAS || FREENBECKY (G!P)

31. Recuperación

JANE

Al día siguiente, me desperté y me di una ducha rápida en el baño. Caminé hacia la sala, donde había dejado a la chica la noche anterior. Solté un pequeño suspiro de alivio al no verla en el lugar donde la había dejado. Sin embargo, un fuerte golpe afuera de la cabaña captó mi atención. Corrí hacia la puerta y la abrí de golpe. Allí estaba la chica, tirada en el suelo bajo la lluvia.

:- Oye, cuidado! - dije, acercándome a ella rápidamente. La tomé entre mis brazos y la levanté, llevándola de vuelta a la cabaña. El fuerte viento cerró la puerta de un portazo tras de mí. Caminé con ella hasta el sofá y la coloqué con cuidado. Ella me miraba fijamente, haciendo que me sintiera un poco nerviosa.

:- Escucha, no sé qué hacías ahí afuera, pero hay una tormenta. No puedes salir. Anoche te encontré en la orilla del mar y te traje aquí. Me llamo Jane y soy doctora -dije, mientras ella seguía mirándome directamente a los ojos.

:- ¿Estás bien? ¿Puedes hablar? ¿Te duele algo? - le pregunté.

:- Me duele el cuerpo - respondió, poniendo su mano en su abdomen.

:- No te preocupes. Sané todas tus heridas externas. Las internas tendremos que revisarlas después, cuando tenga el equipo adecuado. El cuerpo te dolerá por unos días, pero es temporal - dije, y ella asintió, mirando alrededor de mi cabaña.

:- Gracias por salvarme, Jane - dijo con una voz suave. Escuchar su voz me hizo sentir mariposas en el estómago.

¿Cómo podía ser posible que me sintiera así?

:- Solo hice lo que cualquiera hubiera hecho - dije sonriéndole - ¿Cual es tu nombre? - pregunté.

:- Becky, Rebecca Armstrong. Un placer - dijo, extendiéndome su mano. La tomé mientras la miraba a los ojos.

:- ¿Y fue lo qué te pasó, Becky? - le pregunté.

:- El avión en el que iba perdió el control y caímos al agua - dijo.

:- Dios mío, qué tragedia - dije, horrorizada.

:- Sí, pensé que iba a morir - susurró.

:- Pero dale gracias a Dios que estás viva, Becky - dije.

Su nombre era muy lindo.

:- Sí, necesito volver con Fini. Ella debe estar sufriendo, pensando que estoy muerta - dijo.

:- Ah, con que Fini es tu novia - dije, entendiendo.

:- ¿La conoces? - preguntó.

:- No, solo que anoche estabas delirando y decías mucho ese nombre - dije, y ella asintió- Becky, ¿qué tal si te quitamos esa ropa rasgada y sucia y te vestimos con ropa limpia? - dije. Ella asintió.

:- Gracias, Jane - dijo, levantándose, pero se cayó al suelo. Corrí hacia ella para ayudarla.

:- Ten cuidado- 

:- Mis piernas están muy débiles. No puedo estar de pie - murmuró.

:- Sí, todavía estás delicada. Vamos, yo te ayudo - dije, llevándola hacia mi baño.

:- Puedo hacerlo. No te preocupes - dijo, pero yo negué con la cabeza.

:- Yo te ayudo. No te preocupes, soy doctora - dije, llevándola hasta la bañera.

:- Pero te vas a mojar - dijo.

:- No importa. Levanta los brazos - dije. Ella los levantó con dificultad, haciendo una mueca de dolor. Le saqué la camisa, dejándola en top. Tenía un cuerpo saludable y definido.