33. Reencuentros y Confesiones.

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DANNY

:- Y ahora qué haremos, jefe? - preguntó Gaby, mirándome con una mezcla de duda y preocupación.

:- Golpéame - le ordené con firmeza.

:- No sería capaz, jefe - respondió Gaby, negando con la cabeza.

:- Golpéame. No me voy a defender. Aprovecha. Todos odian a su jefe en algún momento. No soy la excepción. Recuerda algo que te haya hecho enojar por mi culpa y piensa en eso. Golpéame fuerte - insistí.

:- No puedo, jefe - dijo Gaby, todavía dudando.

:- Es una orden - le dije con severidad.

Gaby asintió finalmente, resignado. Se quitó la camisa y comenzó a llenarme de golpes. Sentí el dolor atravesar mi cuerpo, pero lo soporté. Al cabo de un rato, Gaby se detuvo, jadeando.

:- Ya es suficiente. Jefe, mire cómo está - dijo, observando mi labio sangrante.

Me dejé caer en el suelo, fingiendo más dolor del que realmente sentía.

:- Bien hecho, Gaby. Ahora vete. Sé que Freen me va a encontrar - le dije.

Gaby salió del lugar, dejándome solo. Sabía que Freen vendría por mí, y cuando lo hiciera, mi plan seguiría adelante.

Un par de horas después, escuché a Freen entrar, tal como había predicho. La vi apuntando con su arma a todas partes, su chaqueta negra ajustada a su figura, lo cual me encantaba.

:- Jefe - gritó, corriendo hacia mí con preocupación evidente en sus ojos.

:- Sarocha - dije, tratando de que mi voz sonara débil y herida - ¿Estas bien?- preguntó mientras revisaba mis golpes con cuidado.

:- Eran cinco. Me golpearon y me dijeron que si volvía a meterme entre ellos y tú, me iban a matar - mentí, intentando parecer vulnerable.

:- Esos malditos - murmuró mientras me ponía el brazo sobre su hombro y me abrazaba por la cintura, ayudándome a levantarme. Fingí un gemido de dolor mientras caminábamos juntos.

:- Vamos a mi apartamento - dijo, ayudándome a caminar lentamente.

Se sentía increíble tenerla tan cerca. Con facilidad me llevó hasta su auto y luego hacia su apartamento. Ella me sostenía mientras caminaba lentamente, estaba maravillado por su fuerza. No mostraba ningún signo de esfuerzo en su rostro.

Abrió la puerta y me sentó lentamente en el sofá.

:- ¿Quieres que llame a un médico? - preguntó, quitándome la corbata que me apretaba el cuello.

:- No, está bien. Solo necesito algunos calmantes y todo estará bien - dije mientras Freen me quitaba los zapatos.

:- Iré a la farmacia por ellos. Espere aquí, jefe. Tengo mi celular, cualquier cosa solo llámeme - dijo, saliendo rápidamente del apartamento.

Me recosté en su sofá con una sonrisa en el rostro. Poco a poco, me seguiré acercando más a ti, Freen.



*****

BECKY


Estaba en mi oficina trabajando, aunque mi mente no dejaba de pensar en Freen. Ella no quería que la acompañara porque podría ser peligroso, además de que Kim me estaba llamando constantemente porque había muchas cosas por hacer. Mi padre seguía en el hospital, haciéndose el enfermo, y ni siquiera me molesté en ir a verlo.

:- Señorita Armstrong, la busca una mujer - dijo Kim, entrando en mi oficina.

:- Dile que pase - respondí, sin levantar la vista de los papeles que estaba revisando.

MI GUARDAESPALDAS || FREENBECKY (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora