MI GUARDAESPALDAS || FREENBECKY (G!P)

27. Duda

FREEN

:- Lucas - dije mientras acariciaba suavemente su rostro - Soy tu mamá - le aseguré con una sonrisa cálida, mientras sus ojos curiosos me observaban.

:- Ella también es tu mamá - agregué, señalando a Becky, quien nos observaba en silencio.

Lucas se apartó un poco de mí, y sentí cómo mi corazón se comprimía ante su distancia.

:- Ustedes son dos desconocidas para mí- dijo con cautela.

:- Danos la oportunidad de ser más que unas desconocidas para ti, ¿sí?- rogué, sintiendo la angustia aumentar en mi pecho.

:- Yo solo vine por curiosidad, nada más- respondió Lucas con frialdad.

Caminé hacia él, arrodillándome para ponerme a su altura y encontrarme con su mirada.

:- Lucas, solo quiero que nos des la oportunidad de conocernos. Ni siquiera pude ponerle nombre a mi hijo, o sea, a ti- admití, sintiendo las lágrimas amenazar con escaparse de mis ojos. Lo abracé con ternura, buscando transmitirle todo mi amor y anhelo de conexión.

:- Ven, siéntate- le invité, tomándolo de la mano con determinación. - Cuéntame todo de ti. Quiero saberlo todo- añadí, esperanzada.

Pero Lucas se apartó de nuevo, rechazando mi oferta.

:- Dame tiempo- murmuró antes de alejarse.

En ese momento, una de las sirvientas irrumpió en la cocina con un mensaje urgente.

:- Señorita Sarocha, la madre adoptiva del niño está en la sala y quiere hablar con él un momento- informó, interrumpiendo nuestra conversación.

Antes de que Lucas se fuera, sentí la necesidad de expresar mi gratitud.

:- Lucas, antes de que te vayas, quiero que sepas que estoy agradecida con tu mamá por haberte traído de regreso a mi vida. Quiero agradecerle a ella y a tu papá- dije, y él asintió antes de salir de la cocina.

Pero mi momento de paz se vio interrumpido cuando Becky me tomó de la mano y me llevó a un lugar más apartado.

:- Tenemos que hablar- dijo con una expresión que no me gustó nada.

:- Permíteme seguir hablando con mi hijo, ¿qué te pasa, Becky? ¿No estás emocionada?- pregunté, liberándome de su agarre.

:- Más que emocionada, estoy preocupada- admitió ella.

:- Mi padre manda aquí a un niño de la nada. ¿Y tú le crees? ¿Qué seguridad te da? ¿Que es mi padre o que lo dice él?- cuestionó con escepticismo.

:- Yo no puedo creer esto, eres una insensible Becky porque yo si siento que es nuestro hijo - repliqué, sintiendo la ira crecer dentro de mí.

:- ¿Tú lo sientes? ¿O necesitas creer que es nuestro hijo?- respondió ella con calma.

:- Por supuesto que lo siento. ¿Y tú?- repliqué, con una mirada desafiante. - Déjame vivir este momento en paz. Necesito creerlo- dije, marchándome hacia la sala y dejándola sola.

Nos sentamos en el sofá junto a Lucas, quien nos miraba con curiosidad. Becky se sentó en el otro extremo del sofá, manteniendo cierta distancia.

:- Lucas, tú puedes quedarte con nosotras esta noche si quieres- ofrecí, intentando romper la tensión que se había instalado entre nosotros.

:- Pero no quiero volver con mi mamá- dijo Lucas, distanciándose aún más de mí.

:- Está bien. ¿Puedes al menos decirme dónde vives?- pregunté, acariciando su rostro con ternura.