MI GUARDAESPALDAS || FREENBECKY (G!P)

43. Freya & Becca

FREEN

Desde el momento en que descubrimos que estaba embarazada, Becky se transformó en una versión más atenta y cariñosa de sí misma. Me hacía reír con sus ocurrencias, me mimaba con deliciosas comidas y se aseguraba de que no levantara ni un dedo más de lo necesario.

:- Amor, tienes que dejarme hacer algo- le dije una mañana, intentando levantar una bolsa de comestibles.

:- Ni hablar- respondió Becky, arrebatándome la bolsa y dándome un beso en la mejilla. - Tú solo siéntate y relájate. Deja que Super Becky se encargue de todo- bromeó y Reí, pero acepté su oferta. No podía negar que estaba disfrutando de la atención. Becky siempre había sido protectora, pero ahora, con nuestro bebé en camino, su instinto de cuidado estaba en pleno apogeo.

Una tarde, mientras descansaba en el sofá, Becky apareció con una gran caja.

:- ¿Qué es eso?- pregunté, curiosa.

:- Es una sorpresa- dijo, con una sonrisa traviesa. -Cierra los ojos Fini-

Obedecí y, unos momentos después, sentí algo suave y esponjoso sobre mi vientre. Abrí los ojos y vi un enorme peluche de un oso con un lazo azul.

:- ¿No es adorable?- Becky preguntó, con sus ojos marrones brillando de emoción.

:- Es muy lindo- respondí, riendo. - Pero creo que tú estás más emocionada que yo- bromeé

Becky se encogió de hombros.

:- ¿Qué puedo decir? Estoy emocionada por nuestro bebé- ella dijo con una sonrisa.

*****

Días después, teníamos una cita con Jane para la revelación del género del bebé. Becky no podía dejar de sonreír durante todo el camino al hospital. Cuando llegamos, Jane nos recibió con una sonrisa cálida.

:- Bueno, ¿están listas para descubrir el género del bebé?- preguntó Jane, llevándonos a la sala de ecografías.

:- ¡Más que listas!- exclamó Becky, casi saltando de emoción.

Jane comenzó el examen y, después de unos momentos, sonrió ampliamente.

:- Tengo buenas noticias. No solo van a tener un bebé... ¡van a tener gemelos!- ella dijo sonriendo

:- ¿QUE?- Becky y yo exclamamos al unísono. No podía creer lo que estaba escuchando.

:- Sí, y ambas son niñas- dijo Jane, riendo ante la expresión de asombro de Becky.

:- ¡Gemelas!- Becky casi gritó, sus ojos llenándose de lágrimas de alegría. - Voy a tener dos mini Finis y Becbecs corriendo por toda la casa!- ella dijo emocionada

Jane y yo no pudimos evitar reírnos. La emoción de Becky era contagiosa.

Después de la cita, Becky no paraba de hablar sobre los preparativos para las gemelas. Pintamos una de las habitaciones de la casa con colores suaves y compramos dos cunas idénticas. Cada día era una nueva aventura, y Becky se aseguraba de que estuviera cómoda y feliz en cada paso del camino.

:- ¿Cómo vamos a llamarlas?- pregunté una noche mientras Becky masajeaba mis pies.

:- Bueno amor, he estado pensando en algunos nombres- respondió, sonriendo - ¿Qué te parece si una se llama 'Freya' en honor a ti y la otra 'Becca' en honor a mí?- ella dijo

:- Me encanta- dije, sintiendo una ola de amor por Becky. - Freya y Becca, nuestros pequeños milagros-

El embarazo avanzó sin problemas, gracias en gran parte a los cuidados constantes de Becky. Pero una noche, mientras estábamos viendo una película, sentí una punzada intensa en mi abdomen.

:- Amor...- murmuré, agarrando su brazo.

:- ¿Qué pasa, amor?- preguntó, su rostro llenándose de preocupación.

:- Creo que... creo que están llegando- dije, con la respiración entrecortada.

Becky saltó del sofá, casi tropezando en su prisa por agarrar el bolso del hospital.

:- ¡Vamos, amor! ¡Vamos a conocer a nuestras niñas!-

El camino al hospital fue una mezcla de emoción y nervios. Becky intentaba mantener la calma, pero podía ver en sus ojos la preocupación por mí y por nuestras bebés.

Jane nos recibió en la entrada del hospital y rápidamente me llevaron a la sala de partos. Becky estuvo a mi lado todo el tiempo, sujetando mi mano y susurrando palabras de ánimo.

:- Lo estás haciendo genial, amor- me decía, mientras yo respiraba profundamente y trataba de mantener la calma.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, escuchamos el primer llanto. Jane sostuvo a nuestra primera hija y luego, unos minutos después, a la segunda.

:- Felicidades, mamás- dijo Jane, con una sonrisa. -Tienen dos hermosas niñas-

Becky no pudo contener las lágrimas de alegría mientras sostenía a Freya y Becca por primera vez.

:- Son perfectas amor- murmuró, mirándome con amor y gratitud.

:- Sí, lo son- respondí, sintiendo una ola de felicidad abrumadora. - Somos muy afortunadas-

Esa noche, mientras Becky y yo mirábamos a nuestras hijas dormir, me di cuenta de lo increíble que era nuestra vida. Habíamos pasado por tanto, pero habíamos llegado al otro lado, más fuertes y más unidas que nunca.

:- Gracias por ser tan increíble, amor- le dije a Becky, tomando su mano.

:- Gracias a ti, por darme la familia que siempre soñé- respondió, besándome suavemente.

Nos quedamos así, en silencio, disfrutando del momento y sabiendo que, sin importar lo que viniera, enfrentaríamos todo juntas. Freya y Becca eran el comienzo de una nueva y maravillosa vida.

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