Classroom of the Elite: Checkmate (Traducido)

Capítulo 21 - Dominación

Hirata-kun comenzó a distribuir tareas diversas como recolectar madera, hojas secas, bayas y hongos en el área circundante. Retrasamos la decisión sobre qué cosas comprar de nuevo por el momento, ya que todavía teníamos que comprobar si algunos artículos no podían complementarse con alternativas más baratas. Kushida-san fue de gran ayuda para apaciguar a los niños y niñas por el momento, pero la decisión tendría que tomarse hoy.

Repasar las notas de Ike-kun para reducir la lista de elementos debería haber sido mi tarea ahora, pero como Kiyotaka acaba de regresar de su agotador viaje, primero quería asegurarme de que se sintiera bien.

Tanto Hirata-kun como Kushida-san convencieron a nuestros compañeros de clase de que esta era la única decisión correcta en ese momento, por lo que ni siquiera Shinohara-san retrocedió debido al inodoro que aún no había sido comprado. Dado que todos menos Sudou-kun habían logrado visitar el baño en el crucero, no sería un problema discutir nuestra situación sanitaria más tarde.

Entré en la fría cueva y saludé a Kiyotaka, que estaba apoyado contra una de las paredes.

Todo su cuerpo estaba empapado de sudor ya que todo el cansancio que se había acumulado debido al calor minaba sus fuerzas. Esta era una de las razones de su respiración dificultosa y forzada, así como de su tez bastante pálida.

"¿Te sientes mejor, Kiyotaka? No necesitabas esforzarte tanto..."

Mi guapo pero indefenso novio me regaló una de sus raras y débiles sonrisas mientras me sentaba a su lado. Le limpié el cabello húmedo y pegajoso de la cara y verifiqué la temperatura en su frente para asegurarme de que no había sufrido una insolación o algo igualmente malo.

Incluso ahora, su habitual fachada tranquila no flaqueó.

"No te preocupes Chiaki, estoy bien. Pero supongo que te he puesto en una posición difícil, ¿eh?" Se apoyó en mi hombro y respiró hondo. "Seguramente pensarán que ahora eres un demonio, incluso hacia tu novio. Tal vez debería haberlo tomado con más calma por tu bien".

Al menos todavía podía hacer chistes...

"Vamos..." Di unos golpecitos en mi regazo, rebosante de confianza. "Acuéstate y descansa un poco".

Satou-san dijo que se trataba de las llamadas "almohadas de regazo" y que todos los niños estaban encantados de recibirlas, especialmente de sus novias. Según ella, era tan simple como él colocaba su cabeza en mi regazo y se relajaba mientras yo debía acariciarle el cabello mientras él dormía para recargar energías o hablaba conmigo para estrechar nuestro vínculo.

No había oído hablar de esto antes, pero no me importaba malcriar a mi atractivo novio de vez en cuando. Ahora que estaba exhausto y cansado, era la oportunidad perfecta para que experimentáramos esta nueva primera vez juntos.

Kiyotaka me miró antes de que su mirada cautivadora se dirigiera hacia mis muslos.

Aunque llevaba mi camiseta, que era mucho menos reveladora que el traje de baño que me había puesto en el crucero, no pude evitar sentirme consciente de él y de la forma en que sus ojos se movían después de mi propuesta.

Se inclinó hacia delante y el olor de su sudor fresco llegó hasta mi nariz.

No olía mal, pero no era tan agradable como su olor corporal habitual que aprendí a amar en los últimos meses. No necesitaba arrugar la nariz por eso, pero tampoco me inclinaría hacia él para olerlo.

Mi corazón dejó de latir dentro de mi pecho cuando él apoyó su cabeza en mi regazo.

Su suave y cálido aliento, que no debería haber podido penetrar la gruesa tela de mi jersey, me hizo cosquillas en la suave piel de los muslos mientras una extraña sensación de hormigueo recorría todo mi cuerpo. La sensación desconocida y confusa se extendió desde mis extremidades inferiores a través de la parte superior de mi cuerpo hasta mi cerebro, donde permaneció hasta que llegó la siguiente sacudida.