Desde que Ayanokouji Kiyotaka era niño, jugaba mucho al ajedrez. Desde grandes maestros hasta programas, los venció a todos una y otra vez.
No había ninguna persona o programa en la Sala Blanca ni en ningún otro lugar que pudiera compararse con él...
A la mañana siguiente, mis compañeros de clase intercambiaron información entre sí.
Los diferentes grupos que se habían formado se reunieron entre sí y repasaron con quiénes habían hablado ya y qué alumnos faltaban todavía. Algunos de ellos incluso tomaron notas y las compararon con todo lo que sabían hasta el momento.
Miré hacia Sakura, quien estaba sentada en su silla y se comportaba discretamente, como siempre.
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Al parecer, Chiaki aún no había hablado con nuestra testigo, ya que actuó como si nada estuviera fuera de lugar. Si le hubieran preguntado sobre su participación, no habría estado tan tranquila y tal vez incluso se habría quedado en casa hoy.
¿Quizás quería darle algo de espacio antes de que cayera el martillo?
En el otro lado de este incidente en curso estaba la combinación de Chiaki, Kushida e Hirata, a quienes también se les podría llamar la "tríada ligera". Persuadieron a la mayoría de sus compañeros de clase para que ayudaran a Sudou, y una gran mayoría de ellos dejaron de hablar mal de él. En lugar de quejarse, optaron por ayudarlo lo mejor que pudieron.
Yo, por mi parte, no podía creer lo ingenuos que eran, pero ¿qué sabía yo?
A pesar de que los tres hicieron todo lo posible, otros estudiantes de nuestra clase todavía se concentraban en todos los puntos que se estaban perdiendo, especialmente cuando compararon nuestra situación actual con la Clase A. Todavía había suficientes personas que no le creían a Sudou. como Yukimura, por ejemplo, pero hizo todo lo posible para proteger sus puntos tragándose su orgullo.
"... Defenderé nuestros puntos, incluso si es lo último que haré. ¡Voy a salvarlos a todos!"
Ese fue el final del gran discurso de Ike.
Me alegré muchísimo de haberme dado cuenta de que estaba hablando cuando su monólogo casi había terminado, o mi cerebro podría haber recibido daños aún más severos de los que ya tenía. Me preocupó bastante que ayer encontrara estimulante la actitud fría de Chabashira-sensei, pero no había mucho que pudiera hacer.
Esos tipos realmente me estaban contagiando de la manera equivocada.
"Entiendo cómo te sientes, Ike-kun. Pero el aspecto más importante es valorar a nuestros amigos tanto como sea posible. Nuestra clasificación de clase y nuestros puntos son sólo secundarios".
"Lo que dice Hirata-kun es razonable, pero todavía quiero mis puntos. Los estudiantes de la Clase A obtienen más de 100.000 puntos este mes. ¿Saben siquiera cuánta ropa y accesorios podríamos comprar las chicas con esa cantidad? Apesta, en serio. ".
Karuizawa apoyó las piernas sobre su escritorio, mientras su novio intentaba apaciguar a las masas. Toda la clase se desanimó después de escuchar su opinión, ya que había mencionado indiscriminadamente el marcado contraste entre nosotros y la Clase A.
