Kill me please

Cap 21. Secuelas

Pov de Mine

Me desperté cuando un rayo de sol me dio en la cara. Abrí mis ojos y estaba en una bata para dormir en un cuarto pequeño, frente a mí se encontraba Fushiguro sentado en un puff y jugando un videojuego, traía un suéter blanco y un pantalón de mezclilla negro. Lo mire por un rato y él sin voltearme a ver me dijo

- ¿tienes hambre? -

- si mucha -

- deja te ordeno algo -

Le puso pausa al juego se levantó y marcó en el teléfono

- ¿ramen? -

- que sean dos - dije y me toque la cabeza, entonces me di cuenta que llevaba el cabello suelto

- ¿¡y mi liga!? -

- y una botella de agua mineral, muchas gracias - dijo colgando el teléfono

- ¡¿Toji no viste mi liga?!-

- ¿cuál liga?, ah, la que te amarraba el cabello, si está en tu muñeca, fue lo único que no se quemó cuando enloqueciste supuse que eso era lo que escondía tu poder maldito... pero se veía muy incómodo dormir con el cabello amarrado así que te la quite -

-ah, gra gracias - dije sonrojada - ¡AH!, ¿¡También me cambiaste de ropa!? -

- pero que cosas dices, ¿acaso no recuerdas todo lo qué pasó? -

Maldita sea ahora ya lo estoy haciendo consciente, ¡me quedé totalmente desnuda frente a Fushiguro y encima de todo ¡yo! lo bese!. Sentí mi cara no poder más por el rubor

- No pasó nada malo, te quedaste dormida, le pedí a uno de mis contactos que trajera a una señorita para que curara tus dedos rotos, te bañe y te vestí para que no te quedarás sudorosa y mojada -

- ¡¡¡¿ME BAÑASTE?!!! -

- eso fue lo que acabo de decir -

- ¿po po por que no esperaste a que despertara? -

- estuviste dormida tres días -

- ¿enserio? -

- muy enserio -

Quedamos en silencio un rato y el dijo

- estás lista para hablar de lo qué pasó o... -

- mejor, esperemos a que llegue el ramen -

El ramen llegó y mientras estaba empezando con el segundo plato, ya me sentía en condiciones otra vez.

- por que no empiezas tú, cuéntame desde tu perspectiva qué pasó cuando atacaste a jimbu -

- ¿jimbu? -

- es el nombre de la maldición, vamos en orden cronológico por favor que tengo mucho que contarte-

- Bueno, no fue nada más de lo que viste, usé la espada para darle, creí que le había dado y resultó que no, esa cosa hizo que le diera a uno de los eslabones de las cadenas que lo sujetaban, se rompió y se liberó segundos antes de que lo cortara -

- pues yo... quería exorcizar a la maldición te juro que tenía toda la intención de hacerlo pero cuando se me acercó para atacarme, me aterró, le lancé el fuego esperando que por lo menos se frenara y entonces todo se volvió confuso. No supe qué pasó estaba vagando por una mezcla de pensamientos, recuerdos, emociones, sensaciones y todo, no solo los míos si no los de jimbu, de repente fue como si mi mente se estuviera fragmentando, estaba experimentando todo en muchas partes diferentes a la vez, se sintió horrible... fue ahí cuando él me ayudó -

- la maldición-

- si, vi su conciencia -

- ¿a que te refieres? -

- Es por el niño de los seis ojos -

- vas a tener que explicarte mejor -

- el nacimiento del niño de los seis ojos destruyó el equilibrio de poder entre hechiceros y maldiciones, todos saben eso ¿no? -

- si claro -

- las maldiciones eran seres que vivían en cualquier parte y hacían destrozos por doquier sin ninguna consideración, cuando el niño de los seis ojos nació impuso tanto temor por su enorme poder, que las maldiciones comenzaron a moverse entre las sombras, pero todos creen que eso es por instinto de supervivencia, creen que las maldiciones actúan como un perro callejero al que se le avienta una piedra, pero fue mucho más lejos que eso, las maldiciones no solo se volvieron mas sofisticadas en cuestión de poder, la existencia de Satoru Gojo las obligó a evolucionar y desarrollaron conciencia-

- ¿sienten como un humano? -

- algo así, tienen un raciocinio mucho más complejo, incluso se auto imponen nombres propios -

- como jimbu -

- Toji... yo... es que fue como vivirlo yo en mi propia piel - comencé a llorar, pero no fue un llanto sonoro, simplemente las lágrimas se escurrían de mis ojos sin que pudiera detenerlas - él ya estaba muy lastimado y él... usó mi poder para terminar con su vida, todo lo qué pasó no... no fui yo fue él, tomando control de mí y guiándome para que usara el fuego lila -

- ¿Qué sientes ahora? -

- Me siento... abatida, ¿abrumada?, siento un dolor emocional inmenso que me cala los huesos -

- Ya se te pasará -

Dijo eso y volvió al puff a reanudar su juego, yo me quedé en cama pues no tenía ni el menor ánimo de levantarme ahora que recordé esa sensación. De hecho por total alto pase lo que había sucedido con Toji.

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No pude volver a la normalidad, no había nada en lo que pudiera pensar más que en el sufrimiento de esa maldición. Me había dejado huella, pase días sin quererme levantar de la cama, desde hace semanas no pudo dormir bien y así pasó el primer mes, sintiéndome miserable.

Me había quedado en aquella posada en la que Toji me trajo cuando ocurrió lo de la maldición, con los días él me dijo que en realidad estábamos en Inglaterra, es increíble lo deprimente que es el clima en este lugar, no para de llover o estar nublado y cuando ocasionalmente sale el sol, se ve tan gris.

Curiosamente Fushiguro aunque no es la empatía viviente, no me ha dejado sola, al principio venía todas las noches a dormir aquí, le pago a alguien para que me trajera las comidas del día y viniera a limpiar, incluso de alguna forma le pasó a Shizuku el número de la posada, ella me hablaba todos los domingos sin falta. Ahora Toji viene cada tercer día, creo que no le falta mucho para acabarse todo el dinero que ganamos en esa treta a los clanes, pero francamente no me importa, no me importa nada.

El sentimiento que tengo en mi alma no se va a reparar con dinero, ese dolor por que aquella criatura pasó.

Las maldiciones son... formaciones de residuos de energía maligna de las personas, son malas y lastiman, eso es lo que todos los hechiceros dicen hasta el cansancio. No se dan cuenta que a diferencia de ellos, las maldiciones si tienen cabida en este mundo, no pidieron venir a él, solo se formaron por un proceso natural del ser humano.

Humanos y maldiciones viven en un equilibrio perfecto y constante de creación y destrucción. Así deben ser las cosas... así... debe ser.

Son los hechiceros quienes no tienen cabida en este mundo, su presencia no es natural, no tienen lugar en el orden natural de las cosas e interrumpen el balance entre los no hechiceros y las maldiciones.

Ellas no eran conscientes de lo que hacían por que era algo natural, como no se puede culpar a el león que se come a la cebra, si ahora son conscientes, si ahora la balanza dejó de estar en equilibrio y se hicieron más fuertes, todo es es... por culpa de Satoru Gojo.

- Malditos Hechiceros -