Cap 3. No le mientas a un mentiroso

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Pov de Mine

Por obvias razones había lugares en los que no podía estar ni de broma, pues Toji Zenin podría estar por ahí intentado dar con mi paradero, no podía acompañar a Shizuku, aunque ella me invitó a quedarme en su hogar por mas tiempo.

Le deje una nota donde de la manera más convincente y más natural que pude encontrar le di instrucciones para ir a una "tienda de antigüedades" donde le darían un muy buen dinero por la cadena. Yo espero que se haya animado a ir.

Me fui de su departamento antes de que despertara, y busqué por la ciudad algún comedor comunitario, encontré uno que aún no había abierto y esperé, no tenía dinero, pero en esos lugares siempre había quieres comían por caridad

Me quedé dormida en la acera y al despertar el comedor había abierto ya, tomé mi turno en la fila.

Como era el plan, tomé mi plato de comida gratis una vez que nuevamente saqué la carta de la prófuga de un esposo abusivo, el lugar estaba muy expuesto, no me quise arriesgar y me fui a un pequeño callejón a comer, estaba apunto de hacerlo cuando una voz grave me heló la sangre

-con que esposo abusivo ¿eh?- al escuchar esas palabras salté inmediatamente e intente correr tirando la comida al suelo. Aún así el me tomó de la blusa, a la cual le hice una quemadura para soltarme de su agarre, me giré y avancé solo un par de pasos cuando apareció frente a mi, vaya que este tipo era rápido

- creí haberte dicho que no ibas a escapar tan fácil - me dijo con un poco de molestia

- B bueno estuve a nada de lograrlo y si fue muy fácil - dije con algo de burla y un poco de tartamudez por el miedo

- No, no estuviste ni cerca, camina - me tomó del brazo y me jaloneo avanzamos un par de pasos y entonces me miro detenidamente, no comprendí por que hasta que dijo

- ¿Dónde está mi cadena? -

-¿De que hablas? - respondí rápido y en un hilo de voz

Me sujeto con más fuerza del brazo y me elevo hasta quedar a la altura de su rostro - la cadena con la que te escapaste ¿dónde está? - dijo tan cerca de mí que sentí su pesado aliento

- y yyo, no sé -

- como que no sabes, esa cadena vale una fortuna, más te vale que me digas dónde carajos la dejaste-

- Te, te digo que no lo sé no es como que fui a dar un paseo por el parque y la olvidé en una banca, estaba huyendo de un maldito secuestrador ni siquiera me di cuenta cuando se cayó debió quedar botada por ahí ¡ya suéltame!, suéltame ... -

- No mientas - interrumpió mis lloriqueos - llevabas las manos atadas, no se te cayo tú te la quitaste - apretó aún más su agarre en mi brazo y me queje un poco por el dolor

- si no me dices dónde está, voy a vender tu ojo derecho para comprarme una nueva - dijo cómo si la situación le causara diversión y acarició mi cara de un manera bastante tétrica dado el contexto.

Pensé que estaba a nada de romperme el brazo y con sus antecedentes, claro que era capaz de sacarme los ojos, no podía permitirme ser tan severamente lastimada tenía que ver a mi madre, tenia que decir algo.

- la cambie, ay - me queje del dolor - la cambié por whisky -

- ¡¿que hiciste que cosa?! - dijo más enfadado que asombrado - ¿A quien se la cambiaste? - me sacudió un poco

- no sé - a este punto ya me encontraba hablando entre quejidos - no conozco este lugar, entre al primer bar que me encontré y le di la cadena al barman a cambio de un par de tragos - me soltó

Kill me please Donde viven las historias. Descúbrelo ahora