Kill me please

Cap. 34 Los Inumaki

Pov de Mine

Estos dos días fueron bastante tranquilos, Shizuku se disculpó mucho el primer día pero la incomodidad fue disminuyendo de a poco.

Durante este tiempo, intente concentrarme en desenmarañar el nudo en mi cabeza y separar los recuerdos, pensamientos y emociones que no eran míos... es muy difícil.

Toji llegó, los dos fuimos a dejar a Shizuku hasta su nuevo apartamento, sin duda este está mejor que el anterior. Íbamos en el tren de regreso a Denenchofu.

- oye mientras estuve fuera - me dijo

- Toji no, creo que al menos por ahora no tengo la capacidad de preguntarte cómo te fue en el trabajo, perdón -

- No era sobre eso, quería decirte que le pague a Shiu para que investigara sobre tu técnica maldita-

- ¿enserio? -

- si -

- ¿y tan rápido investigó ? -

- pues aún no termina, pero si se lo está tomando personal, le dije que lo hiciera alguien más y él quiso hacerlo - dijo con evidente molestia

- solo está intentando ser un buen ami - no pude terminar de decir

- ya no lo digas, el punto es que tiene el paradero de tu padre, el biológico -

- oh -

- supuse que querrías saberlo -

- Gracias Toji, pero con todo lo que estoy pasando bueno, mejor lo dejamos para después -

Claro que me intrigaba demasiado, mi madre me contó, hacía mucho que había perdido contacto y no sabía nada de él actualmente. Pero creo que primero tengo que encargarme de deshacer esta nebulosa en mi cabeza que a veces me lleva a actuar de manera irracional.

Leyendo nuevamente los pergaminos que robé del clan Gojo no descubrí la gran novedad, insisten en el dominio del ser y he llegado a la conclusión de que en realidad no he alcanzado mi paz interior por lo que no me he dominado a mi misma.

Evaluando lo sucedido con jimbu, su presencia no se fue totalmente de mi mente hasta que actúe como él quería y fui contra Satoru Gojo. Pero no puedo hacer todas las cosas inconclusas que tengan las personas con las que me vinculen para eliminar el nexo.

Le pedí a Toji que volviera a entrenarme y no dudo en decirme que si. Eso me ayudó un poco pero aún persistían las huellas de esos hechiceros, aunque hubieron más cosas que lograban distraerme. Toji comenzó a llevar a Megumi cuando entrenaba, y lo ponía a hacer ejercicios junto conmigo, el a su nivel de niño y yo al mío claro.

Comencé a ir con un psicólogo no hechicero, la verdad fue una medida muy desesperada ya que no podía contarle realmente todo lo que vivía sin sonar como una auténtica esquizofrénica, recurrí a contarle las situaciones en general y omitir todas la partes que involucrarán hechiceros, maldiciones y muerte. No era como que tuviera más opciones, la verdad es que ni siquiera Shiu podría encontrar un psicólogo hechicero, pero sorprendentemente en realidad esa terapia si me estaba ayudando.

En una de esas sesiones llegue a la conclusión de que debía conocer la otra parte de mi origen, debí saber quien era mi padre.

Toji hizo las llamadas y yo le conté todo a mi madre por una carta que le envié con su ave naranja. Vamos camino al clan Inumaki y me siento muy nerviosa.

- Relájate, sabe que vamos para allá no lo vas a agarrar por sorpresa - dijo mientras veía cómo movía mis pulgares en círculos

- Si estuvieras en mi lugar ¿no estarías nervioso? -