3: Respeto por la propiedad

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En cruz del sur corría por las celdas y pasillos una leyenda negra sobre el recluso 141018, el omega Park Jimin de la celda 226.

Cinco años atrás, se había registrado a un nivel mediático el robo a uno de los casinos más grandes de Seúl. El casino"Filter" había sido fundado por la familia de alianza del gobernador, su yerno había creado un mundo de las apuestas atrayente y el dinero abundaba a borbotones.

Se contaba que una noche de habituales y exhuberantes apuestas, entre hombres trajeados y damas con escotados vestidos, unos invitados desconocidos entraron por los portones dorados del casino. Generalmente, todos se conocían con todos allí, pues el casino era de tanto estatus que no cualquiera podría pagarse siquiera un martini y resultó intrigante para los clientes ver a un grupo de diez personas entrar como si fuese su casa. Se dispersaron apenas entrar y Park Jimin fue directo a la ruleta donde unos alfas y gammas estaban reunidos bebiendo whisky y fumando.

La llegada de Jimin al círculo, contorneando el movimiento de sus caderas dentro de su traje púrpura y casi ocultando su rostro bajo un sombrero, fue suficiente para que los hombres se le quedaran mirando y le dieran la bienvenida, especialmente, el anfitrión permanente del casino: Kang Daniel, el alfa yerno del gobernador.

- ¿Juega usted? -Le preguntó Kang Daniel después de servirle un buen vaso de whisky con hielo.

Jimin esbozó una sonrisa ladina y chocó su vaso con el del anfitrión, riendo con coquetería.

-Soy un amuleto de la buena suerte, señor Kang. Por eso vine a verlo.

Kang Daniel no dudó en poner a prueba los supuestos poderes de Jimin e importándole poco su alianza de matrimonio, sentó al omega en su pierna y comenzó a apostar con todo. Victoria tras victoria, el alfa comenzó a embriagarse no sólo con el licor, también con la presencia del omega que estaba sobre él, susurrando en su oído qué jugada hacer. Y pasada la segunda hora, los dos se estaban devorando las bocas frente a todo el mundo.

Jimin parecía estarlo pidiendo a gritos, olvidándose completamente de su objetivo y que su novio de ese entonces estaba ocupado con su equipo vaciando la caja fuerte. Se suponía que Jimin debía estar al pendiente de los guardias, provocar distracciones que desviaran la atención de que algo iba mal. Pero su coartada no era la indicada, pues cuando debía estar en la galería del casino tras una llamada, Jimin dejó el teléfono en silencio mientras era follado duramente en los lavabos del casino por el mismísimo dueño.

Cuando se corrió contra el mármol del lavabo, el caos había comenzado y entonces se dio cuenta de lo que estaba haciendo, pero ya era demasiado tarde. Las alarmas se habían encendido erráticas y pronto se oyó el escandaloso intercambio de disparos entre su grupo de atracadores y la seguridad del casino. Se las arregló para noquear a Kang Daniel, propinándole un fuerte golpe con una jabonera cuando estuvo a punto de salir a ver qué ocurría. Luego de eso se vistió rápidamente y salió, encontrándose con una escena digna de una película de terror.

Sus amigos, con los cuales estuvo meses planeando el atraco, yacían muertos en el suelo en medio de charcos de sangre. En lugar de lamentarse, robó de uno de ellos una M16 y comenzó a responder a los disparos, viendo a su alfa cargar con las dos maletas llenas de fajos de dinero, el cual parecía tener intenciones de escaparse solo y dejarlo ahí sin más. Pero antes de poder alcanzarlo, una bala le llegó por la espalda, perforando una parte de su pulmón.

En ese punto de la historia, los reclusos y la misma policía se debatían lo que pudo haber ocurrido, pues existían dos versiones completamente distintas.

La primera, la supuestamente real, contaba que tras caer al suelo por el disparo, su novio de aquel entonces se compadeció de él y fue socorrido por él en medio de la fuga, llevándolo a rastras y cargando sólo con una bolsa de dinero. Luego de eso, se subieron a un auto y comenzó una persecusión policial que duró cuarenta minutos hasta la frontera que dividía Seúl de Busan. En ese punto muerto, el alfa habría recibido un disparo de la policía y Jimin, con un torniquete improvisado con la manga de una camisa, se las habría arreglado para huir y enterrar el dinero en un punto remoto y desconocido, siendo después capturado y llevado a un hospital para semanas después, acabar en cruz del sur.

El Lirio Entre Las Adelfas ||TK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora