El Lirio Entre Las Adelfas ||TK||

7: Digno de un Oscar

A la escuela había entrado un joven beta de nombre Do ChangMae, un estudiante modelo originario de Icheon y que había logrado ingresar con honores a la escuela privada estatal de Seúl por medio de una beca de excelencia que sería llave para su futuro ingreso a la universidad.

Era un joven brillante y responsable, amable con todos y que tenía el gran sueño de convertirse en médico. Debido a la limitación de ingresos en su casa, siempre se esforzó en destacar para evitarles incomodidades a sus padres, los cuales trabajaban duro para poder traer comida a casa y darle a su hijo la mayor de las comodidades. ChangMae valoraba tanto ese esfuerzo que día a día estudiaba todo lo posible, dando todo de él, impulsándose por el sueño de darle a sus padres una mejor calidad de vida.

Quería darles una casa gigante en Seúl, un auto y un establecimiento en Itaewon donde pudieran impulsar su negocio de fideos. Fue por eso que, cuando ganó su beca, se mudó a la casa de sus tíos en Seúl para tener todo más cerca y mantenía de manera constante comunicación con sus padres. Aún sintiéndose extraño en los pasillos de aquella escuela llena de hijos de empresarios, ejecutivos y políticos, aún estando rodeado de lujos, siempre trató de encajar y hacer amigos, cosa que logró en poco tiempo. Tuvo un grupo de amigos pequeño, sólo de cuatro personas, pero esa cantidad era más que suficiente para él siempre y cuando fuesen buenas personas, con costumbres saludables.

Sin embargo, la bondad siempre iba a tener un lado oscuro y por supuesto no faltaba la persona con malas intenciones.

ChangMae había sido citado por dos chicos que se le acercaron sonrientes y le pidieron gentilmente si podía acompañarlos a la azotea del edificio para hablar. Intrigado, los siguió y ahí se encontró frente a frente con quien sería su pesadilla en todo ese año.

El apellido Jeon estaba escrito en su insignia y se encontraba fumando sentado en unas sillas rotas, acompañado de dos chicos y una chica. Apenas se percató de él, sus grandes ojos similares a los de un cervatillo, centellaron con emoción y tiró al cigarro al suelo, acercándose a él.

-Hey, Do ChangMae, ¿Cierto?

-Así es.

-Mi nombre es Jeon Jungkook. He escuchado mucho de ti. -Comentó Jungkook sin borrar su sonrisa, acariciando un mechón del cabello negro del joven beta-. Lamento tener que pedirte esto, es vergonzoso. Es que voy suspendiendo álgebra y no sé nada, me preguntaba si podrías hacer mis talleres de habilitación. Tú pon un precio.

El beta nunca antes había escuchado una petición así. Siempre estuvo rodeado de personas que se esforzaban, que hacían sus tareas con afán de aprender, pero ese joven omega ante él no parecía preocupado en lo absoluto por su futuro. Tal vez era su costumbre al esfuerzo por entregar algo lo que lo hizo no entender de qué estaba hablando.

-Perdona, ¿Cómo?

Jungkook suspiró, lanzando una mirada a su grupo de amigos. Su sonrisa decayó un poco, pero la mantuvo.

-Que si me haces mi tarea. Si no entrego esos talleres, reprobaré y a mi padre no le gustará nada. ¿Puedes?

-Y-yo... No puedo hacer eso. Pero puedo ense...

En ese momento, ChangMae sintió un fuerte dolor en su rostro cuando el primer golpe de muchos que vendrían después azotó su rostro con una fuerza tal que trastabilló al suelo. Desde ahí, teniendo los zapatos perfectamente lustrados de Jungkook a escasos centímetros de su rostro, se sintió miserable, viendo al omega ponerse de cuclillas para verlo de manera condescendiente desde arriba, alzando una comisura de sus labios cuando la sangre comenzó a emerger de una de sus fosas nasales.