El Lirio Entre Las Adelfas ||TK||

29: Monsieur Petit

Jungkook había tenido una mañana algo atareada. Se despertó a las seis de la mañana con su antifaz de peluche en los ojos apenas su alarma sonó a las seis y media de la mañana. Elaila tenía escuela a las ocho, por lo que Jungkook tenía tiempo de sobra -treinta minutos- para prepararse en la mañana. Como su alfa salía a correr, Jungkook se dedicaba a sí mismo, se subía el antifaz que usaba para dormir y se amarraba su bata de satén negra después de estirarse, entrando al baño para lavarse los dientes y comenzar a aplicar sus tratamientos y cremas en el rostro mientras escuchaba un podcast de meditación. Se quitaba los tubos de sus cabellos rubios y aprovechaba para mirarse al espejo, acariciando su vientre plano pero con un bebé dentro y viendo su anillo de compromiso relucir en su anular. Después de eso, sabiendo que tomaría un baño con más calma más tarde, se dirigía a la habitación de Elaila con el fin de despertarla y llevarla a la escuela.

A Lady Petit no le molestaba la música, de hecho, ya Jungkook había logrado que le gustaran algunas canciones de Taylor Swift, por lo que todas las mañanas mientras su futuro esposo no estaba Jungkook se apropiaba del estéreo, bailando y cantando para su hija mientras la ayudaba con su baño y después le ponía el uniforme escolar. Elaila estudiaba en una escuela privada a pesar de que a TaeHyung nunca le había gustado la idea, sin embargo, era de las escuelas más prestigiosas de todo Francia y su pequeña en el preescolar resaltaba ya por sus grandes habilidades, teniendo las posibilidades de ser promovida a los grados superiores cuando tuviera la edad suficiente y es que Jungkook se había asegurado que su princesa resaltara siempre, no sólo con sus habilidades académicas, sino también con su presencia. Cuando Lady Petit servía el desayuno de su bisnieta, Jungkook estaba en internet buscando un peinado bonito para su pequeña, poniéndose manos a la obra mientras bailaba al ritmo de "Break my heart" de Dua Lipa.

Elaila admiraba a su padre omega. Amaba su energía, bailar con él y aprender inglés a través de las canciones que lo veía bailar con tanto ánimo, exclamando siempre con ánimo.

- ¡Quiero ser bonita como mi papá!

-Esa es la actitud, mi reina. Pero recuerda: Es ser tan bonita como yo, no más que yo.

Y escuchar esas palabras no sorprendía a nadie. Una vez Elaila estaba lista, con su lonchera empacada con un suculento almuerzo preparado por su bisabuela y con su bolso de princesas preparado ella esperaba pacientemente en la puerta mientras Jungkook se daba un baño de agua caliente y se ponía su mejor ropa, asegurándose de resaltar sus curvas, su vientre abultado y su anillo que lo identificaba como el futuro señor Petit, Kim, Leroux o el apellido legal que tuviera su alfa. Le gustaba más el Petit, pues el Kim ya lo había usado antes. Se colgaba su bolso del codo, lucía uno de los tantos collares que TaeHyung le había dado en su cuello descubierto y con sus gafas de sol puestas se despedía de Lady Petit, tomando de la mano a su hija para caminar a la escuela, la cual quedaba a pocas calles de su hogar. Elaila también usaba sus gafas de sol a juego con él.

Jungkook adoraba la atención y las miradas de los omegas y mujeres envidiosas que lo veían llegar con su hija de la mano. Las niñas compañeras de Elaila también le lanzaban miradas que eran el objetivo de Jungkook. Su hija tenía que ser el centro de atención como a él le hubiera gustado en su infancia y para su buena suerte, la pequeña alfa tenía su espíritu, sintiéndose hermosa porque sus padres siempre se lo recordaban cada que podía. Jungkook recibía las gafas de sol de su pequeña y besaba sus mejillas con cariño, acariciando la punta de su nariz con la suya en un gesto de cariño genuino.

-Papá vendrá a recogerte después, ¿Síp? -Le dijo, Elaila dio un asentimiento-. Y recuerda, sé la primera en todas las clases, la más lista, pero lo más importante es...

-Verme bonita. -Respondió Elaila con una sonrisa.

-Eso es. Ahora enséñales a esos cómo se moldea con plastilina.