El Lirio Entre Las Adelfas ||TK||

16: Lealtad

Advertencia: El siguiente capítulo contiene escenas impactantes que pueden afectar a la sensibilidad del lector. Se recomienda discreción.

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14 de febrero, 2017

En sus relativas cortas vidas, ninguno de esos estudiantes creyó vivir un día de San Valentín tan amargo y oscuro.

El salón se encuentra en un profundo silencio, los corazones dibujados en el tablero de tiza chirriando con la tensión del ambiente de un día grisáceo que suponía ser agradable. La profesora líder de la clase 4-1 no puede siquiera entrar al salón por el impacto de lo que estaba ocurriendo, todo mientras la policía registraba los baños, atrayendo a los estudiantes curiosos que habían logrado salir a su hora de salida a diferencia de ellos, que llevaban una hora de más. No iban a dejarlos salir sin tener un nombre.

Las cabezas se alzan cuando las puertas del salón se abren y una estudiante, presidenta de la clase, entra cabizbaja acompañada de un joven que tiene los ojos hinchados de tanto llorar. Jungkook concentra su mirada frívola en él, con la cabeza apoyada en la pared. Estaba sentado en el suelo y la cabeza de una de sus mejores amigas reposaba en su hombro, tratando de aliviar su inquietud intentando dormir.

La presidenta de la clase, Im Nayeon, se puso al frente, con el joven a su lado. Jungkook pudo leer el nombre Seo MyeongHo en la credencial en su pecho.

-El director dice que hasta que la policía no deje la escena no podemos salir. Esto no puede seguir así, ¿Quién ha sido? Por favor, no hagan esto más difícil.

Todos se quedaron en silencio, mirándose entre ellos. Dejaron pasar un par de minutos, pero nadie dijo nada, provocando que Nayeon suspirara y acariciara la espalda de MyeongHo, mostrándole todo su apoyo. El alfa sorbió por la nariz, mirando a su alrededor.

-Por favor, es mi... Era mi hermana. Por favor, el que lo haya hecho... Póngase la mano en el corazón, piense en el daño que está provocando. SooJin estaba asustada, tal vez su intención no era dañarla, pero por favor... Se lo suplico.

Jungkook vio a aquel chico arrodillarse ante toda la clase, apoyando después sus manos en el suelo, poniendo su frente contra ellas. Suplicante. Humedeció sus labios, viendo de reojo a Lee SeokMin, su novio actual, el cual se mostraba completamente inquieto en su asiento, con sus manos sudando, frotándolas contra su pantalón.

Una chica repentinamente se levantó.

-Yo sólo sé que Jeon Jungkook y su séquito nunca le dieron descanso. -Espetó la chica, girándose para ver al omega, que sólo arqueó una ceja-. Da la cara, Jeon, dile al hermano de SooJin que nunca dejaste de molestarla.

Kim DaHyun, la chica que reposaba en su hombro, inmediatamente se incorporó en su defensa.

- ¿Qué coño hablas, jodida loca?

- ¡La verdad! Todos hemos visto lo que hacen. La llevan a esa azotea y... Y...

- ¿Qué? -Cuestionó MyeongHo, mirando a Jungkook con los ojos muy abiertos-. ¿Eran ustedes los que...?

-Joder, como si nosotros le hubiésemos sacado el feto del coño pidiéndole la tarea de física. -Farfulló Jungkook, colocando sus ojos en blanco-. A ver, sí, admito que nos hemos metido con ellas un par de veces. Uno que otro bofetón, que hiciera la limpieza por nosotros y que nos trajera el tabaco, pero nosotros no la embarazamos. Culpa a su nulo conocimiento sobre los condones, las pastillas y las inyecciones, no a nosotros. Y tú, MiSuk, deja de tirarnos el agua sucia a nosotros, eso no quita que hace unos días estabas invadiendo la casa del feto con la lengua en los baños.