Jung Hoseok, en su juventud, era un gánster.
Residente de Estados Unidos y camuflado bajo el pseudónimo "Jack", era conocido como el rey de la zona roja, en lo más recóndito de Las Vegas, moviendo droga y armas, siendo la tienda más confiable de todos los hombres de la mafia de la ciudad del pecado.
-Jack, ¿Tienes algo para mí?
Se le veía siempre con ropas holgadas, con un cigarrillo entre los labios y sentado de cuclillas en un callejón. Sus ojos siempre estaban pintados de un delineador en la parte inferior de sus párpados. Para muchos podía ser un drogadicto de la zona, una persona con problemas, tal vez incluso un delincuente más de esa zona de mala muerte, pero la realidad resultaba siendo todo lo contrario.
En verdad, Jack era su alter ego nocturno, Hoseok en la cotidianidad era considerado una persona normal, lo suficiente como para que un recluso como Choi WooShik se sintiera identificado.
Hoseok tenía una carrera en leyes, de hecho, era abogado penalista. Uno bastante bueno y por el que pagaban una buena cantidad de dinero. Después de graduarse con honores, comenzó una vida independiente en un apartamento para él solo con buenas vistas de la ciudad. Sin embargo, no estaba demás de tener un ingreso extra.
Eso además de que se aburría bastante en casa.
Comenzó desde lo bajo, asesorando a criminales hasta que los cabecillas confiaban en él y le pedían administrar su negocio de la mejor manera. Comenzó desde algo pequeño como cocaína y marihuana, luego escaló al negocio oscuro de la metanfetamina, la heroína e incluso el fentanilo. Comenzó de simplemente venderlo a incluso fabricarlo, forrándose tanto que pudo abandonar los estrados y se dedicó al cien por ciento a ser Jack, el dealer de la zona roja y el confidente de los líderes de cada una de las pandillas e incluso mafias que se sumergían en la perdición cuando la ciudad no dormía.
Por su fidelidad era constantemente halagado y llenado de beneficios que lo hacían distinguir incluso entre los peones de los grupos criminales. Su rol parecía importar más que el de un sicario y tenía permitido sentarse al lado del jefe incluso si nunca había empuñado un arma.
-Jack, mi buen amigo, tú sólo pide y se te dará. ¿Quieres algunas putas que te hagan compañía? ¿Un apartamento más lujoso? ¿Un auto último modelo?
Las mujeres y omegas varones de las mafias se le ofrecían constantemente, y aunque en una que otra ocasión tomó la oferta y llegó a participar incluso en una que otra orgía, o viendo a una hermosa jovencita bailar para él con poca ropa en la privacidad de su departamento; no estaba del todo interesado en inmiscuirse más de lo que debía. No se moría por sexo, tampoco por estatus, si algo aprendía de los criminales que veía en juicios era que la ambición no podía nublar sus sentidos, pues caería tan rápido como un castillo de cartas.
A los meses, por petición de uno de los jefes para los que trabajaba, hizo de crupier en el casino más exclusivo de Las Vegas. Sólo sabía que se trataba de un salde de cuentas, que cuando repartiera las cartas una bala posiblemente atravesaría un cráneo, o tal vez sólo era una partida casual. Sea lo que fuese, sin duda iba a recordar ese día por el resto de su vida.
Conocía los protocolos que usaba la policía para capturar a cabecillas, sabía que la infiltración podía ser una opción viable que podía resultar incluso creativa, pero no esperó nada como lo que vio aquella noche donde conoció a su dolor de pelotas, un verdadero dolor de pelotas con nombre propio.
Kim NamJoon.
NamJoon era un cabrón en todo el sentido de la palabra, un hombre de piel acanelada que tenía antecedentes por sus amoríos en el trabajo, por ser un hijo de puta de renombre y por ser un inspector de policía que pudo haber ascendido a coronel pero que rechazó el puesto porque la oficina que le correspondía era de cristaleras y eso no le permitía darse "gustos" en privado. NamJoon tenía de inteligencia, lo que tenía de promiscuo. Era un genio.
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El Lirio Entre Las Adelfas ||TK||
Fanfic"La ventaja de nacer con el veneno dentro" ----------- Jungkook ama dos cosas: El dinero y su libertad. Cuando es despojado de ambas luego de matar a sangre fría a su alfa infiel, condenándose a pasar veinte años en la prisión de alta seguridad de C...