Arco I: Antesis

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«A Dios le entregué un lirio. El lirio de mis pétalos desechos, el lirio del campanario, el lirio de mis entrañas. Le entregué un lirio, en adelfa me convirtió.

Adelfa entre lirios, un lirio entre adelfas. El lirio marchito del campanario al que despedí danzando, al que me pegué sus cenizas, al que le llevé al mar. Dios se lleva al lirio del campanario, me deja al lirio de mis entrañas pero no le veo, sólo le oigo, le siento, le percibo. Pero no le veo.

Que Dios arranque al lirio de mis entrañas. Que lo saque de mi espíritu, de mis sueños, de mis pesadillas, de mi pasado, de mi presente, de mi futuro. Lirio, deja de llamar, lirio deja de gritar por mi nombre. Mi veneno se vuelve amargo y de beberlo he de morir. Yacer en la tristeza. He de marchitar al saber que el lirio de mis entrañas me busca y no se marchita.

A Dios le entregué un lirio. En adelfa me convirtió. 

Ya adelfa, a Dios le hago una petición: De mis pétalos destrozados me pude recuperar, de mi veneno me volví inmune, sobre mis tallos endebles me pude levantar. Me curé, germiné y a un lirio fertilicé. 

A mi bergenia, hortensia invernal, no te he de entregar. Temo por la apertura de sus pétalos, temo por tus caprichos. Temo por lo ya vivido. 

"¿Dónde está el Lirio de mis entrañas?" Te pregunté desde que de mi tallo lo arrancaron. Me respondes hasta entonces. Me muestras el camino, el río de la sangre, un mar de diamantes que llaman mi nombre.

El lirio de mis entrañas me llama. Y yo me envuelvo, me envuelvo en mi lirio fertilizado y protejo a mi bergenia encapsulada. 

A Dios le entregué un lirio. El lirio del campanario, el lirio de mis entrañas. Le entregué un lirio y en adelfa me convirtió.»

El Lirio Entre Las Adelfas ||TK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora