CAPÍTULO 34

78 12 10
                                    

12 de junio, 2029

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

12 de junio, 2029

Kiara

En estos últimos días he descubierto que me encanta balancear mi mano junto a la de Simon, se siente bonito y todo mejora cuando lo atrapo sonriéndome de ese modo que consigue derretirme el corazón. Suspiro, él me mira.

—¿Todo bien?

Asiento, continúo balanceando nuestras manos, estamos caminando por el campus, la profesora llegará tarde y tenemos una hora libre antes de que inicie nuestra próxima clase. Hemos estado un poco más aliviados desde que terminamos el libro, escribimos el epílogo hace un par de días y enviamos todo a la profesora. Ahora nos toca la parte de edición, tenemos un mes para terminar con ello y presentar la versión final.

—¿Sabes cómo le fue a Dylan con la propuesta editorial? —le pregunto a Simon.

—Creo que aún no ha recibido una respuesta.

—Ya, Ayla ha estado más pendiente de él, imagino que las ansias no están siendo muy tolerables que digamos.

Se encoge de hombros.

—Está ilusionado con ello, leí el manuscrito y tiene potencial, creo que incluso tiene hilos de los cuales tirar para un segundo libro.

—Ojalá lo elijan —suspiro—. Se lo merece.

Dylan dejó de ser solo el novio de Ayla hace meses, convivir tanto con él ha hecho que incluso lo considere un amigo, su amistad con Simon ha colaborado en ello, no puedo negarlo. Es siempre el más sonriente del grupo, su personalidad es bastante similar a la de Ayla así que es como tener una Ayls en versión masculina. Las últimas semanas ha tenido una mueca nada común en el rostro, difícil de ignorar, cuesta un poco acostumbrarse a que una persona que destila felicidad lleve otra emoción reflejada en las facciones.

—¿Por qué estás pensando en eso? —me pregunta.

Me encojo de hombros.

—Ayla está preocupada —respondo—. Y... quiero, bueno, no sé si tu también quieres... estuve pensando y...

Empiezo a desvariar y él se detiene, haciéndome dejar de caminar también.

—Vuelve a empezar —me pide.

Enfoco mis ojos en los suyos y la seguridad que me transmite me anima a dejar salir la pequeña idea que se me cruzó esta mañana cuando abrí los ojos.

—Estaba pensando en enviar nuestra propuesta editorial para el libro —le digo.

Arquea apenas las cejas.

—¿Pero? Porque debe haber un "pero", de lo contrario, no habrías dudado tanto en decírmelo.

Joder, me cae mal, no debería leerme así de bien.

ENTRE CORAZONES Y LETRAS © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora