29 de enero, 2029
Kiara
Debí preguntar cuál era el arreglo con las habitaciones, debí hacerlo para ahorrarme la sorpresa al descubrir que solo nos habían dado una, con dos camas, por supuesto, pero sigue siendo un mismo espacio. Eso no debería incomodarme, al menos no en el ámbito de dormir, Davis me ha visto hacerlo y creo que existe confianza suficiente como para cerrar los ojos sin temor a que me haga daño; lo que sí supone un problema es el hecho de que, tras ducharse, se pasea con el torso desnudo por toda la habitación. Lo que tampoco debería angustiarme, pero los cosquilleos que empecé a sentir hace poco han empeorado con el espectáculo, nada malo, que me está dando justo ahora.
—¿Puedes voltearte para que pueda cambiarme? —indaga.
Me rio.
—¿Quieres que me voltee?
—Sí, por favor.
—Con que ahora tienes pudor —me burlo, pero sí me volteo.
—Mira, no es tema mío que no puedas dejar de mirarme.
Sonrío.
—Sí que es tema tuyo, si tanta vergüenza te daba, podías cubrirte.
—Harmony, no seas problemática.
El tono que utiliza me hace reír. ¿Puedo hacerle la misma jugada? Oh, sí que puedo.
Me muevo y él me reclama porque aún no ha terminado, pero le informo que es mi turno de ducharme, lo que lo deja callado. Me ducho rápido y me pongo la ropa interior para salir y darle de su propia medicina.
—Oye, has visto mis... —me dice quedándose callado en medio de la oración.
Genial, si a mí me afecta, que sea mutuo, por lo menos.
—¿Tus qué? —inquiero, como si no me hubiese dado cuenta de su mudez.
—Mis...
—Veo tus ojos en un lugar que no es mi cara, Davis —observo.
Se aclara la garganta.
—Mis calcetines —termina, esta vez mirándome a los ojos.
—No, pero asumo que están en tu maleta.
—Ya, es que tu anoche quisiste ordenar todo y moviste mis cosas —se queja.
Me encojo de hombros y camino hasta mi lado de la habitación. Soy consciente de que sus ojos han vuelto a enfocarse en mi cuerpo, pero decido ignorarlo y continuar con mi pago por el molesto cosquilleo en mi estómago. Si bien no tengo mucho que presumir en términos de pechos, sé bien que la parte inferior de mi anatomía es digna de ser admirada y vaya que lo está siendo por los ojos de Simon.
Me visto ante su mirada incesante, dándole una ventaja que él no me dio, pero que me reconforta con la intensidad de sus ojos. Estoy llevando un conjunto de falta y blazer color verde, un tono de verde bastante similar al de sus ojos, ahora que me doy cuenta. Camino descalza en busca de mis tacones, pero Davis se me adelanta trayéndolos por mí, me obliga a sentarme, se arrodilla y, sin que se lo pida, los encaja en mis pies, asegurando el broche.
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ENTRE CORAZONES Y LETRAS © [TERMINADA]
RomanceKiara Harmony ha crecido bajo la sombra de su hermana mayor desde que tiene uso de razón. Quiere sobresalir, quiere que la conozcan por quién es y no por ser la hermana pequeña de la maravillosa Adara Harmony. La universidad es su oportunidad perfec...