25#Confesiones Nocturnas y Lazos Eternos.

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Narrador omnisciente:

-Los días pasaron mientras las hermanas Lunargentum aprendían a controlar y disminuir su nuevo y distintivo aroma de Omegas. La promesa de estar alertas y cuidadas resonaba en sus mentes mientras se adentraban en el bosque, conscientes de que su reciente presentación como Omegas había intensificado su aroma, atrayendo la atención no solo de los Alfas de su propia manada sino también de posibles intrusos:

Flor: Debemos ser discretas y evitar cualquier confrontación. La última cosa que necesitamos es atraer más atención de la que ya tenemos-Advirtió, su instinto protector más agudo que nunca.

Maki: Sí, y aunque me siento sofocada por tanta atención, no dejaré que eso me defina. Estoy lista para demostrar que somos más que solo nuestros géneros secundarios-Dijo, su espíritu indomable brillando en sus ojos.

Wendy: Exacto, nuestros padres nos enseñaron que somos fuertes por lo que somos, no solo por lo que representan nuestras improntas. No importa que seamos Omegas, eso no nos define-Declaró con decisión, su voz resonando con confianza.

-Casi una semana después de su presentación, las hermanas finalmente reunieron el valor necesario para salir al encuentro de los hermanos Crepusculum, quienes las esperaban con una mezcla de preocupación y esperanza. Al verlas acercarse, los vampiros sintieron un alivio inmenso y una felicidad que no podían contenerse. Las chicas trataban de mantener sus pensamientos en silencio para evitar que Jun los leyera antes de tiempo; la tensión de su secreto compartido era palpable:

Genzo: Es bueno verlas a todas de nuevo, sanas y salvas-Mencionó, una sonrisa sincera iluminando su rostro mientras las miraba con preocupación.

Tsubasa: Sí, pero hemos notado algo...diferente en ustedes. ¿Están bien?-Añadió, su nariz frunciendo al captar el aroma distintivo de cada hermana.

Taro: Y sus sentimientos son intensos-Dijo, usando su don para transmitirles un poco de calma, su mirada compasiva reflejando su deseo de ayudar.

Yayoi: Gracias, Taro. Hace días que no sentíamos tanta tranquilidad-Agradeció con sinceridad, su expresión aliviada.

Ishizaki: ¿Qué ha pasado en estos días que no nos vimos?-Preguntó con cautela, sus ojos escudriñando las expresiones de las hermanas.

-Las hermanas intercambiaron miradas nerviosas, sabiendo que no podían ocultar la verdad por mucho tiempo:

Flor: Nuestros padres descubrieron nuestro secreto, aunque venían sospechando hace tiempo que algo les ocultábamos-Confesó, su voz un murmullo apenas audible-Todo porque ustedes rompieron el tratado al ayudarnos y mantenernos a salvo. Cosa que tanto ellos como nosotras estamos eternamente agradecidos-Añadió con una sonrisa hacia sus amigos.

Maki: Ahora necesitamos hablar con ustedes a solas, por favor-Pidió, dirigiéndose a Kojiro con una mirada decidida.

Los hermanos: Claro que sí-Aceptaron, comprendiendo la gravedad de la situación.

-Con eso, Flor se fue con Genzo, Wendy con Taro, Yukari con Ishizaki, Sanae con Tsubasa, Yayoi con Jun, Yoshiko con Hikaru y, finalmente, Maki con Kojiro. El silencio en la mirada de las hermanas les decía que había más en juego esa noche.

Con Flor y Genzo:

-Flor llevó a Genzo a un claro iluminado por la luna, donde la luz plateada hacía brillar sus ojos lobunos:

Flor: Gen, hay algo que debo decirte...algo que cambia todo-Mencionó, tomando aire, su corazón latiendo con fuerza.

Genzo: ¿Qué sucede, Flower? Puedes confiar en mí-Dijo con preocupación, tomando sus manos con ternura.

Los Tesoros Del Norte. (Capitán Tsubasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora