Enamorada de un endemoniado mayordomo.

Capítulo 45.

"Ella está enamorada. Siente luz en su interior, como si se hubiese tragado una estrella" – Laini Taylor, Hija de humo y hueso.

***

El ser demoníaco apareció sosteniendo a Katherine entre sus brazos y con una sonrisa siniestra en sus labios, su apariencia era humana contraria a su apariencia normal, su mirada era dirigida hacia Helena quien al verla un brillo se hizo presente en sus ojos anaranjados, el color de cabello de Vladimir era rojo como la misma sangre y se encontraba alborotado por el viento quien seguía su curso, el porte tan elegante, siniestro y lleno de misterio complementaba su personalidad demoníaca.

—¡Vladimir! —dijo con emoción, desplegó sus alas y voló hacia él, mientras tanto él saboreó un poco de la sangre de Katherine para luego mirarle el rostro y sonriendo para sí mismo de nuevo, las llamas que la habían envuelto al principio lo volvieron a hacer y de esa manera hizo que desapareciera el cuerpo de la chica frente a sus ojos, para despues, recibir entre sus brazos a Helena —. Luego de tanto ¡te vuelvo a ver! —Lo abrazó con fuerza, él correspondió a su abrazo.

—Mi querida Helena... —La estrechó con fuerza, le acarició el cabello con delicadeza jugando con sus dedos en los cabellos de ella, después la apartó un poco de él para darle un beso en la frente —. Mí querida dama de destrucción... —Ella sonrió y Vladimir apartó su vista topándose con los ojos de Undertaker —. El shinigami legendario, Adrián Crevan —. Helena volteó a ver al peli plateado.

—¿Lo conoces? —preguntó.

—Claro que sí, él junto con otros shinigamis me encerraron por veinte años, aunque... tenemos una cuenta pendiente. —Sonrió —. Pero ahora, por lo que veo has perdido a alguien muy querido. —El peli plateado tensó la mandíbula y sus ojos comenzaron a demostrar enojo y frustración —. Has perdido de nuevo a Akemi Spencer... ¿no es así?

—Ella... no era Akemi Spencer.

—¿No? era la viva imagen de ella, de tu amada, la misma que asesinaste hace veinte años. —Soltó una risa, Ciel lo miró al igual que Sebastian porque ni eso sabía el joven demonio, por otro lado, Sebastian sabía que Undertaker se había enamorado de una humana, pero solo eso... el nombre de la chica y su apariencia no. Esa era la razón de sus gritos desesperados hacia ella, pero ni eso pudo detener el tiempo para que Katherine se salvara y con aquello la culpabilidad, remordimiento e impotencia regresaban a él sin permiso alguno, aun sabiendo que él no la había asesinado puesto que las circunstancias fueron diferentes —. ¿No piensas decir nada? —Sus ojos brillaron y con su mano lo atrajo para verlo frente a frente —. Tengo cuentas pendientes contigo, shinigami —dijo entre dientes.

—No debiste salir de tu asquerosa guarida... Frimost. —Lo miró, Vladimir lo tomó de la barbilla.

—Tú y esos shinigamis me enviaron a ese lugar —dijo en tono molesto —. Ahora soy libre, gracias a mi querida dama.

—Dama... no merece que se dirijan hacia ella así... quien merece ser llamada dama es la joven condesa Amélie Phantomhive, y ese asqueroso ser... la mantiene encerrada dentro de su mismo cuerpo. —Helena tras escuchar esas palabras frunció el ceño y ordenando a sus ramas que apretujaran con mayor fuerza al peli plateado provocando que soltara un gruñido.

—¡¿Cómo te atreves a llamarme de esa manera?! —Sus pupilas se alargaron a las de un felino, sus ojos brillaron de manera intensa y los colmillos crecieron más, Vladimir sabía que el temperamento de Helena era explosivo, tanto que podía ser capaz de destruir todo lo que estuviese frente.