Sonó mi alarma, me costó mucho trabajo levantarme ya que el día anterior me dormí demasiado tarde por arreglar algunos asuntos de la empresa, pero por lo menos ya no tenía nada pendiente, me arreglé para ir al colegio, bajé a desayunar y de ahí irme junto con Sebastian. Al entrar siempre escuchaba a las chicas dando grandes suspiros por él, sin embargo, esto hacía que me sintiera un tanto ¿celosa?, no lo creo, a pesar de que hace unos días haya aceptado mis sentimientos yo no podía confesárselo a él, lo único que necesitaba de Sebastian era su ayuda para cumplir mi venganza y así finalizar el contrato para que después devorara mi alma. Sé muy bien que él haría todo lo que yo le pidiese, si le pidiera que aparentara algo que realmente es incapaz de sentir lo haría, pero al final yo misma sabría que todo sería una gran mentira, durante las horas que pasaba en el colegio me sentía inquieta como si alguien estuviera a punto de atacarme cuando menos me lo espere, pero no era así, todo era muy monótono.
Pasaron días por decirlo de esta manera tranquilos, a pesar de que Kristine no desperdiciaba cada momento para alejarme de él, aunque comencé a notar raro a Sebastian, pareciera como si algo me ocultara... sin que yo quisiera me preocupaba, a pesar de haber perdido a todos los que quería no significaba que me volviera una persona fría, cruel o sin sentimientos... convertirme en esa clase de persona haría infelices a mis padres, ellos no querrían eso, me criaron con amor y por el amor que me dieron es que debo seguir adelante, pero, el dolor de perderlos es tan grande que debo vengarlos para que descansen en paz, para que yo pueda irme en paz en el futuro. íbamos hacia el estacionamiento para irnos a casa hasta que oímos a Kristine.
—¡Sebastian! —Venía corriendo hacia nosotros, gritando.
—¿Sí señorita? —dijo casando, todos los días era lo mismo con ella, siempre se lo llevaba a almorzar con ella así que estábamos separados a esa hora.
—Hasta cuándo me dirás por mi nombre —dijo haciendo un puchero —. Bien, a lo que venía es para pedirte que me dejes a mi casa.
—Lo siento, pero no puedo, tengo que irme con Amélie.
—¡¿Qué?! pero te lo estoy pidiendo yo, que ella se vaya caminando —comenzó a gritar y yo hice que Sebastian se agachara un poco para que estuviera a mi altura.
—No dejara de molestar, así que llévala a su casa, yo me iré caminando —le dije lo más calmada que podía.
—No dejaré que te vayas caminando y sobre todo sola —dijo tomándome del brazo.
—Es una orden Sebastian, te veré en casa. —Me soltó y comencé a caminar, pero no sin antes ver la cara de satisfacción de Kristine, me hacía enfadar.
Caminaba viendo cada uno de los locales que se encontraban ahí, iba tranquila hasta que choque con alguien e hizo que cayera al suelo, pero esa persona cayó encima de mí.
—Discúlpame, no era mi intención —dijo encima de mí y se veía apenado.
—Deberías fijarte por donde vas. —Lo empujé para quitarlo y él se levantó.
—¿Estás bien? —preguntó, extendiéndome la mano para pararme. Observé su rostro, se trataba de un chico más o menos de mi edad, tenía unos ojos de color azul pero algo en ellos hacía que sintiera miedo y solté su mano rápidamente.
—Sí, estoy bien —dije sacudiéndome el polvo de la ropa, me dispuse a caminar, pero me tomó del brazo —. Disculpa, pero tengo que irme. Suéltame. —Trataba de zafarme, pero ejercía más fuerza.
—No te puedo dejar escapar. —Mi respiración se volvió más agitada, jalé mi brazo con fuerza y pude zafarme de su agarre, comencé a correr, pero ese tipo me siguió, entré a un callejón pensando que habría una salida y que lograría perderlo, desafortunadamente no fue así.
![](https://img.wattpad.com/cover/17137337-288-k953986.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Enamorada de un endemoniado mayordomo.
FanfictionElla era una joven que llevaba una vida normal antes de que sus padres y su pequeño hermano fueran asesinados, al encontrarse en medio de la desesperación, decide realizar un contrato con un demonio, aunque no con cualquier demonio; Sebastian Micha...