CAPÍTULO 24

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-Aaron -lo despertó acariciándole la mejilla

-Buen día -se frotó los ojos estirándose perezoso - ¿ya te vas? -preguntó al ver que ya estaba vestida

-Sí, me iré a casa para ducharme -sonrió besándole la mejilla - nos veremos en un rato

-Okey -la tomó de la cintura haciéndola caer sobre él para besarla - ve con cuidado

- -sonrió sobre sus labios - saluda a Jack de mí parte -se puso de pie pero él la detuvo

-Esto está para casarse y hacerle mil hijos, dulzura -gruñó dándole una palmada sobre su glúteo haciendo eco en el aire

-Me da la sensación de que te dolería más quedarte sin mi trasero que perder mi cariño, maldito -rió burlona saliendo de la habitación

Aaron sonrió estirándose mientras miró el reloj y se dió cuenta de que ya no podía quedarse en la cama. Con fuerza de voluntad, suspiró y decidió ducharse para prepararse. Al salir del baño envuelto en una toalla, escuchó el timbre. Abrió la puerta con la esperanza de ver a Jesica, pero solo encontró una caja en el umbral. La tomó, cerró la puerta y dejó el paquete sobre la mesa. Después de vestirse, se preparó un café y se sentó para abrir el paquete. Al abrirla, se sorprendió. Su corazón comenzó a latir con fuerza, casi perdiendo el equilibrio en la silla. Con manos temblorosas, tomó el contenido de la caja mientras su mandíbula se tensaba. Guardó todo de prisa cuando escuchó que Jesica había llegado. Intentó mantener la calma y se despidió tomando sus cosas para irse al trabajo. Sus manos no dejaban de temblar mientras intentaba poner la camioneta en contacto. Respiró profundamente pero la ira y el miedo se apoderaron de él provocando que sus puños se estrellaran contra el volante con el fin de liberar esos sentimientos que lo atormentaban y lo paralizaron al imaginarse los peores escenarios.

Al llegar a la UAC, entró rápidamente casi sin mirar ni saludar al equipo

-García, a mí oficina -ordenó Hotch con seriedad al tanto caminaba hacia allí

-Sí, señor -lo siguió de prisa

-Cierra la puerta -ordenó sentándose detrás de su escritorio

-La puerta... sí, listo, cerrada -obedeció dando unos pasos para acercarse

-Necesito un favor, extraoficial -la miró con seriedad - García, es confidencial

-Lo que me pida, señor -asintió García mirándolo atenta

-Necesito que revises las cámaras de seguridad de mi vecindario y ver quién dejó un paquete en mi puerta antes de las 7 a. m.  Necesito saber quién estuvo ahí -ordenó - no importa lo que tengas que hacer, pero revisa todo sin importar qué tan ilegal sea, ¿me entiendes? -quería asegurarse de que ya entienda exactamente lo que tenía que hacer - necesito que hagas lo mismo, pero en el vecindario de Madison. Debes fijarte si hay coincidencia entre las personas o vehículos que hayan estado en ambos vecindarios durante los últimos días... meses, García

-Claro, sí... lo investigaré de inmediato y te informaré lo que encuentre -estaba confundida pero sabía que debía obedecer

-García, no lo puedes mencionar con absolutamente nadie -le recordó - nadie es nadie

-Entiendo, Hotch. Puedes quedarte tranquilo -le aseguró mostrándole el dedo meñique a modo de promesa - ahora tenemos un caso, pero te prometo que priorizaré lo que me pediste... puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo

-Gracias, García -suspiró recostándose en el asiento

-En unos minutos estaremos listos para comenzar -susurró sintiéndose preocupada por su actitud

AARON HOTCHNER -CORAZONES EN GUERRA- MADISON BROOKSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora